Interesante artículo aparecido este lunes 12 de diciembre en Diario El Mercurio, cuya autora es la periodista Valeria Ibarra, cubriendo varios temas sumamente importantes:
1. El Ministerio de Salud inspeccionó en julio del año pasado 67 muestras de pescados fresco, congelado y enlatado de tres especies: atún, albacora y bacalao. Lo más negativo de la investigación fue que el 30% de las albacoras tenían mercurio por sobre lo permitido. Los productos en más de un 90% eran de origen externo; pero entre los peores resultados están en albacoras obtenidas del puerto de San Antonio.
2. Pese a la gravedad de lo encontrado la información no se hizo pública: El Ministerio de Salud sólo dio a conocer la información a requerimiento de la ONG Océana, amparado en la Ley de Transparencia.
3. El Mercurio solicitó información al Ministerio de Salud y a pesar de lo prometido, no se le entregaron los antecedentes.
4. Se da información del peligro de estos peces contaminados para las embarazadas por el daño del ser en gestación. Más adelante se continúa con este tema. También se hace referencia al problema de residuos de pesticidas en frutas y hortalizas y en el tema de la Agencia Chilena para la Inocuidad de los Alimentos (ACHIPIA) creada por decreto en el Gobierno pasado y cuyo proyecto de ley adormece en el Parlamento.
El vicepresidente para América del Sur de Océana, Alex Muñoz. solicitó al ministro de Salud, Jaime Mañalich, un estudio de cobertura nacional sobre los niveles de mercurio y metil-mercurio en peces, algas y mariscos capturados en aguas chilenas, así como en aquellas especies importadas y venidas como alimento a los mercados nacionales.
La ONG cree que es necesario indagar niveles de mercurio en muestras tomadas en las costas chilenas, donde podría haber efectos de relaves mineros que contaminen a los peces. La contaminación de los alimentos debe ser preocupación prioritaria del Estado.
Muchas esperanzas se tuvo en la creación de la Agencia Chilena para la Inocuidad de los Alimentos(ACHIPIA) durante el Gobierno pasado. Hoy desgraciadamente esta agencia pasó a depender del Ministerio de Agricultura y el proyecto de ley que la creaba estaría durmiendo en el Parlamento. Se repite el hecho de que instituciones del Gobierno investigan contaminaciones en los alimentos, en forma muy parcial, y los negativos resultados se ocultan y finalmente se entregan por presiones, pero en forma tardía. Ayer fueron los residuos de pesticidas en frutas y verduras, hoy es el caso de mercurio en peces. Se hace necesario lo que se ha insistido por CONADECUS de que exista un sistema de vigilancia de la inocuidad alimentaria basado en muestras representativas de las transacciones finales. Bien podría plantearse montar el sistema atendiendo primero a los alimentos que se saben de mayor riesgo.
He observado que algunas nutricionistas han advertido que si bien es aconsejable que se consuma más pescado, existe el riesgo de contaminaciones con metales pesado. También se recomienda mayores consumos de hortalizas y frutas algunas de las cuales debieran consumirse con cáscara; pero qué seguridad tiene el consumidor de no estar ingiriendo peligrosos residuos de pesticidas. Volviendo al artículo de Valeria Ibarre, reitero que es un muy interesante artículo. En él además se señala que el vicepresidente para América del Sur de Océana, Alex Muñoz. solicitó al ministro de Salud, Jaime Mañalich, un estudio de cobertura nacional sobre los niveles de mercurio y metil-mercurio en peces, algas y mariscos capturados en aguas chilenas, así como en aquellas especies importadas y venidas como alimento a los mercados nacionales.
La ONG cree que es necesario indagar niveles de mercurio en muestras tomadas en las costas chilenas, donde podría haber efectos de relaves mineros que contaminen a los peces. A continuación se presenta in estenso el artículo en referencia. Resultados de inspección de Salud: Detectan mercurio en atunes y albacoras Elemento tóxico estaba sobre la norma en el 30% de peces espada revisados.
Valeria Ibarra Puede alterar el desarrollo cerebral en los niños y la salud cardiovascular en los adultos. Y está peligrosamente cerca. Por ejemplo, en un plato de pescado. No se difundió, pero en julio del año pasado, el Ministerio de Salud inspeccionó 67 muestras de pescado: 54 de atún, 2 de bacalao y 11 de albacora; fresco, congelado y la mayoría enlatado. El 30% de las albacoras refrigeradas o congeladas que se pesquisaron tenían mercurio por sobre lo permitido, así como el 2,3% de las conservas de atún. De las muestras totales, sólo al 9% se les reconoce procedencia chilena, con pescados de San Antonio, Valparaíso y Talcahuano.
El resto proviene en su mayoría de Ecuador, pero también de China, Tailandia, Brasil, España, Colombia y Vietnam. Pese a la gravedad de este hallazgo, la inspección no fue hecha pública y sólo el Ministerio de Salud dio a conocer parte de la información cuando la ONG Océana la solicitara amparándose en la Ley de Transparencia. “El Mercurio” solicitó a Salud información sobre este tema, y pese a la intención inicial de entregarla, finalmente esa entidad nunca se refirió al caso. “¿Qué hizo el Ministerio de Salud con las muestras que arrojaron niveles altos de mercurio? ¿Están disponibles aún en el mercado para su compra? ¿Están tomando muestras en todo el país”, se pregunta el vicepresidente para América del Sur de Océana, Alex Muñoz.
El mercurio es tan peligroso, explica el toxicólogo Enrique Paris, también presidente del Colegio Médico, que “en Estados Unidos se les prohíbe a las embarazadas consumir peces grandes, como atún o albacora, por el potencial riesgo que tiene en la salud del bebé”. El problema de esta toxina, dice Paris, es que se bioacumula: los peces que consumen algas contaminadas con mercurio la adquieren y luego se la traspasan a depredadores como el atún o el pez espada, que están en la pirámide de la cadena alimentaria marina. Los niveles más altos de mercurio hallados en la inspección corresponden a una conserva de atún -lomito de atún en agua-, cuya procedencia no se indica, y en una albacora congelada procedente del puerto de San Antonio.
A raíz de las implicancias de los hallazgos de mercurio en los peces para consumo humano, Alex Muñoz solicitó al ministro de Salud, Jaime Mañalich, conducir un estudio de cobertura nacional sobre los niveles de mercurio y metil-mercurio en peces, algas y mariscos capturados en aguas chilenas, así como en aquellas especies importadas y venidas como alimento a los mercados nacionales. La ONG cree que es necesario indagar niveles de mercurio en muestras tomadas en las costas chilenas, donde podría haber efectos de relaves mineros que contaminen a los peces.
