Un trabajo decente implica que todas las personas tengan oportunidades de empleo, ajustándose a las condiciones dignas de desarrollo de sus labores, con motivo de realizar una actividad productiva que aporte un ingreso justo.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2.000 millones de personas ocupan un empleo informal en todo el mundo.
Estos empleos carecen de ingresos dignos, de protección social y de condiciones de trabajo decentes, causando además grandes pérdidas a la economía de un país en materia tributaria.
Cabe destacar que además sigue existiendo una notoria diferencia de género. La proporción de mujeres con empleo informal es mayor que la de hombres.
Referencia:
Trabajo decente y crecimiento económico: empleo pleno y productivo para todos