BAJAR IVA DEL PAN

CONADECUS Propone Bajar el IVA a los Alimentos para Mitigar las Alzas
Un llamado a eliminar transitoriamente el IVA al pan y bajar en forma permanente a una tasa del 10% el IVA en los alimentos como una medida para frenar el impacto negativo que tiene en la economía familiar el alza de los alimentos, realizó hoy, CONADECUS.
Las recientes alzas están provocando un desfinanciamiento en los hogares medios y pobres , que se traducirá en un mayor endeudamiento y en algo de hambre en los hogares más modestos, explicó la Asociación de Consumidores.
Por ello CONADECUS propuso estas medidas al Ministerio de Hacienda. Medidas que no afectan ningún equilibrio macroeconómico y contribuyen a mejorar la distribución del ingreso entre los ricos y los pobres. Y solo depende de la iniciativa y voluntad de la autoridad para que se aprueben como leyes.
No se puede prescindir de los alimentos
Si bien el IPC oficial reconoce sólo un 1,1 % de aumento en el índice de julio, El sub íindice de alimentos subió 3% en el mismo mes y 9,4% en los últimos 12 meses.
Hay que recordar que la alimentación tiene poco peso en la canasta del IPC, sólo un 27%. Si bien esto puede ser estadísticamente cierto como promedio de todas las capas sociales, no representa la realidad de los hogares medios y pobres, que dedican más del 50% de sus ingresos a comprar alimentos.
Una familia puede prescindir y postergar la compra de vestuario, de equipamiento para la vivienda y suspender los gastos en recreación, pero todos los días hay que adquirir los alimentos indispensables para niños y adultos.
Cifras contradictorias
La encuesta de julio reconoce que acelgas, porotos verdes, cebollas y repollos han subido un 40%. Apio, lechugas, pepinos y pimentones, en promedio 25%. Las papas figuran con un magro 13% de alza y la leche líquida con un escaso 6%. El pan sorprendentemente figura sólo con un 5%.
Pero todo el mundo sabe que las papas han llegado en los supermercados a $500/kg y la caja de leche a $650,- El queso corriente mantecoso ha subido a más de $4.000/kg. Y en las panaderías el pan corriente ha superado los $800/kg.
Algunas de estas alzas son estacionales o producto de las heladas. Otras son resultado del aumento internacional del precio del trigo y de los lácteos. Algunos productores irresponsablemente prefieren exportar sin cuidar el desabastecimiento que puede producirse en el mercado interno.
¿Qué hace el gobierno para mitigar o compensar el impacto en los consumidores?
De acuerdo con la teoría económica dogmática que impera en las autoridades económicas, no hay que hacer nada, porque el mercado por sí solo arreglará los problemas. A mayores precios, menor consumo, hasta que se equilibren unos con otros.
Que los salarios y sueldos permanezcan sin reajuste durante el período de ajuste y que eso haga sufrir a la gente, parece no importarle a las autoridades.
El único organismo que se prepara para actuar es el Banco Central , que anuncia nuevas alzas en la tasa de instancia , seguramente la subirá del 5,25% al 5,5% o al 6% , para “evitar que la inflación sobrepase el valor predeterminado de un 3% anual”.
Pero las alzas de intereses no harán bajar los precios internacionales, ni compensarán el hoyo que quedará en las economías familiares, que además serán castigadas con las alzas de la electricidad , agua y teléfonos.
En otros países, con autoridades económicas más activas,menos dogmáticas y más preocupadas del bienestar social, si hay alzas, se reajustan los ingresos en forma extraordinaria , o bien se paga un bono compensatorio por el período que falta para el reajuste normal de los salarios y sueldos.
En Chile se dan dos hechos extraordinarios:
El primero es que existe un gran superavit fiscal que para este año se calcula en 13 mil millones dólares. Esta cantidad , como los excedentes de los años 2005 y 2006 se enviarán a depositar al extranjero llegando a completar más de 30 mil millones de dólares, colocados a bajas tasas de interés en los bancos y entidades financieras del exterior .
O sea , la recaudación de impuestos en Chile excede a los gastos en más de un 8% de todo el producto interno bruto chileno y eso significa que si el gobierno así lo desea puede actuar para aliviar a los consumidores, pues dispone de los recursos para hacerlo.
Lo anteriormente descrito constituye una fragante intervención al mercado cambiario, evitando que las fuerzas del mercado nacional operen.
Y en segundo lugar, Chile es el único país del mundo en que los alimentos, los libros y los medicamentos pagan la misma tasa de impuesto al valor agregado IVA que pagamos los consumidores finales por todo el universo de productos de consumo. En los demás países, estos productos o no pagan IVA o pagan una tasa menor.
Ante las repetidas propuestas que CONADECUS ha hecho a los ministros de Hacienda para rebajar la tasa del IVA a los alimentos se ha contestado que es técnicamente difícil de hacerlos porque facilitaría la evasión del impuesto.
Sin embargo, en otros países se ha podido hacer y hay herramientas para combatir la evasión de los impuestos. Esas herramientas también están en Chile, y lo más importante y evidente es que en Chile se ha rebajado a la mitad el IVA de toda la construcción de viviendas, privilegiando incluso a las casas de lujo.
O sea, rebajar el IVA a los alimentos es posible y significaría un alivio inmediato para la gente de menores recursos que es la que más lo consume. El sólo IVA aplicado al pan, el alimento de mayor consumo en Chile, significaría rebajar en 300 millones de dólares anuales el gasto, que devolvería poder de compra a la gente.