Incluso después de repartir descuentos tanto en aparatos electrónicos como en ropa, los retailers estadounidenses se tuvieron que esforzar para atraer a los compradores a los distintos eventos del Black Friday, poniendo presión sobre la industria, que ya se adentra en las últimas semanas de la temporada navideña.
El gasto cayó un estimado de 11% durante el fin de semana de Acción de Gracias respecto de un año antes, de acuerdo a la Federación Nacional del Retail (NRF, su sigla en inglés). Y más de 6 millones de compradores que se esperaba que llegaran a las tiendas nunca lo hicieron.
Los consumidores no se inmutaron ante los agresivos descuentos de los minoristas, aumentando la preocupación de que los signos de recuperación de los últimos meses no perdurarán.
“El feriado de Acción de Gracias y el fin de semana son un maratón, no un sprint”, dijo a Bloomberg el CEO de la NRF, Mateo Shay.
El gasto del consumidor cayó a US$ 50.900 millones en los cuatro días, frente a los US$ 57.400 millones de 2013, siendo el segundo año consecutivo en que las ventas disminuyen durante dicho fin de semana, famoso por las largas filas y las multitudes frenéticas.
Los minoristas han ido extendiendo sus ofertas especiales “doorbuster” en un intento por atraer clientes. Walmart vendió una tablet RCA por US$ 29, películas en DVD a US$ 1,96 y una televisión de alta definición de 50 pulgadas por US$ 218.
Aun así, muchos compradores se quedaron en casa. La NRF había predicho que 140,1 millones de clientes visitarían comercios durante el fin de semana, una pequeña disminución con respecto a los 140,3 millones del año pasado. En su lugar, sólo 133,7 millones se presentaron.
Esto significa que los minoristas tendrán que exprimir aún más dinero de los consumidores en diciembre. Las compras navideñas son la clave para los retailers, puesto que las ventas que realizan entre noviembre y diciembre suponen aproximadamente el 19% de los ingresos anuales.
Resaca post recesión
Incluso cuando una mejora del mercado de trabajo y unos precios del petróleo más bajos han enviado la confianza del consumidor a su nivel más alto desde la recesión, muchos estadounidenses están limitando sus compras de Navidad. El comprador promedio gastó US$ 380,95 durante el fin de semana, una caída de 6,4%.
Los minoristas también tuvieron que lidiar con las protestas de manifestantes indignados por la decisión de no procesar a un policía blanco tras el asesinato de un adolescente negro desarmado en Ferguson, Missouri.
Además, muchos consumidores no sienten que la economía se haya recuperado de la recesión, precisó Shay.
Para Simeón Siegel, analista de Nomura Holdings, la emoción de las ventas del Black Friday podría haber simplemente desaparecido. En su opinión, los consumidores saben que pueden obtener descuentos en toda la temporada navideña, por lo que estarían ajustando sus compras en consecuencia.
“No se puede ser más astuto que el consumidor”, dijo. “Hay que complacer lo que el consumidor quiere comprar y cuándo”.
Fuente: Diario Financiero