A medida que los consumidores se han vuelto más conscientes de los beneficios de llevar una dieta saludable, la industria alimentaria le ha declarado la guerra al azúcar. La batalla del sector en contra de esta materia prima la ha dejado más que dañada, registrando una baja de un 24% en su precio desde enero de este año y una caída de más de 40% en los últimos 12 meses.
Los cambios en los hábitos de consumo en los hogares, sumados a la decisión de empresas como Nestlé o Danone, de reducir el porcentaje de azúcar en sus productos más emblemáticos y los incentivos que algunos países han establecido para que las empresas produzcan alternativas light, utilizando otros endulzantes, solo han agravado la situación, llevando al azúcar a su peor año desde 2011, cuando vio desplomar su precio un 27%.