Conadecus rechaza intentos de PAL Airlines paraimpedir la libre competencia en el mercado nacional de líneas aéreas.
La Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios considera que sus reclamaciones hechas por PAL ante la Dirección General de Aeronáutica Civil, DGAC y la Junta de Aeronáutica Civil, JAC para que deje sin efecto las autorizaciones entregadas a una aerolínea mexicana y otra sueca para vuelos de cabotaje en Chile, va en contra no solo de la libre competencia sino que es lesiva para los intereses de los consumidores.
Conadecus considera, además, que presentar recursos de protección y demandas civiles contra el Estado, por las decisiones adoptadas, es un intento de retrotraer al control monopólico el funcionamiento aéreo en el país, lo que van abiertamente en contra de los criterios expresados por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, TLDC, a propósito de la fusión de LAN y TAM hace poco tiempo atrás.
La apertura unilateral de cielos sin reprocidad, medida a la que no puede oponerse LAN-TAM, ya que fue una de las condiciones impuesta por el TDLC para aprobar su fusión, es una medida de alcance general, que permite que ingresen mas empresas a competir en el mercado de las líneas aéreas, y forma parte hoy de lo que es el orden público económico del país en materia aérea.
Cuando Conadecus presentó la consulta por esa fusión para que el TDLC considerara los intereses de los consumidores en ella, la línea aérea PAL se hizo parte de la consulta. Cuando vio que esta no implicaba ganancias económicas individuales sino beneficios colectivos, recurrió al Tribunal Constitucional y a la Corte Suprema, oponiéndose a la fusión por interés puramente empresarial, denunciando de posición dominante a LAN. Posteriormente, en una negociación y a cambio de posibles suculentas ventajas económicas retiró sus denuncias.
Ahora PAL cambia de posición, y se opone a la existencia de mayor competencia en los cielos chilenos. Y trata de impedir el ingreso de dos líneas aéreas extranjeras al mercado nacional presionando a las autoridades aéreas, sin considerar que la operación de ellas muy probablemente significará una mayor oferta de viajes a menor precio para los consumidores. Por lo menos es muy poco serio lo que hace PAL, y apunta en dirección contraria a los intereses de todo el país.
