El cóctel de noticias no es alentador. Una economía que crece en torno al 2%, una tasa de desempleo que ha subido ligeramente en el trimestre mayo-julio a 6,6%, y una inflación que sorprendió negativamente al mercado en agosto, al situarse en 0,7% en el mes, han afectado la confianza de los consumidores.
De esa realidad da cuenta el Indice de Percepción del Consumidor (Ipeco) correspondiente al mes de agosto, elaborarado por la Facultad de Economía de la Universidad del Desarrollo. El indicador retrocedió 10,4 puntos comparado con el mes anterior. Y no sólo eso, también se ubicó en un nivel “muy pesimista”, con 88,6 puntos. En 12 meses, el Ipeco evidencia un descenso de 30,7 puntos.
Con estos resultados, la confianza de los consumidores alcanzó su menor registro desde junio de 2009, cuando anotó 79,56 puntos.
Deterioro en la actualidad
El fuerte retroceso del índice se explica, principalmente, por una caída de 21,7 puntos de la confianza en la actualidad, ubicándose en 88,2 puntos, su menor nivel desde agosto de 2009, cuando alcanzó los 76,11 puntos. Esa variable pasó de un nivel “moderadamente pesimista” a “pesimista”. En 12 meses, en tanto, la baja es de 59,4 puntos.
El deterioro de la confianza hoy ocurre por un descenso en las dos percepciones que componen el índice: desempleo actual y situación económica actual.
A pesar de que la tasa de desocupación ha mostrado resiliencia al ciclo económico, tal percepción ahora anotó una fuerte baja de 24,2 puntos, posicionándose en 94,20 puntos. De esa manera, pasó de la categoría “moderadamente pesimista”, verificada en julio, a “pesimista”.
La percepción sobre la situación económica actual, por su parte, disminuyó en 20,8 puntos, pasando a terreno “muy pesimista” desde un “moderadamente pesimista”, observado en julio. En los últimos 12 meses, la confianza en la actualidad se ha desplomado en 59,4 puntos.
Expectativas pesimistas
La mirada a futuro que tienen los consumidores no es auspiciosa. En el mes el índice de expectativas bajó 6,3 puntos y se ubicó en 88,93, alcanzando la categoría de “muy pesimista”.
Según el informe preparado por la Universidad del Desarrollo, la caída se explica por una disminución en todas las percepciones que componen el índice: situación económica futura, ingresos futuros y desempleo futuro.
En agosto la percepción sobre la situación económica bajó en 3,8 puntos, situándose en 91,56. Retrocedió de un nivel “pesimista” a uno “muy pesimista”.
La percepción del desempleo a futuro no es mejor. Disminuyó 11,1 puntos, a 78,53, y también pasó de un estado “pesimista” a uno “muy pesimista”.
La visión sobre los ingresos futuros completa el cuadro de expectativas negativas. Ese ítem disminuyó en 5,8 puntos y se ubicó en 92,97. De esta manera, se situó en un nivel “pesimista” desde el nivel “moderadamente pesimista”, que había registrado en la medición de julio.
El informe sostiene que la confianza de los consumidores decayó en todos los estratos económicos, excepto en el C2 que se mantuvo estable con 95,1 puntos, en un nivel “pesimista”.
En los segmentos ABC1 y D la confianza retrocedió de un nivel “moderadamente pesimista” a uno “pesimista”. El primero de ellos registró un nivel de 97,1 puntos, mientras que el segundo finalizó en 79,8.
En el estrato C3, la confianza disminuyó 13,6 puntos y se ubicó en 90 puntos, alcanzando la categoría de “muy pesimista”. Mientras que el E cayó de un nivel “pesimista” a uno “extraordinariamente pesimista”, tras bajar 38,9 puntos.
El reporte proyecta que en los próximos meses la confianza de los consumidores podría mantenerse en torno a niveles pesimistas, ya que la alta inflación y la eventual alza de tasas de interés incorporarán otro elemento contractivo sobre la actividad económica.
Fuente: LaTercera
