El retraso en miles de atenciones médicas y tratamientos ha causado, de forma indirecta, aumentos en las tasas de mortalidad en el continente sudamericano.
Según expertos, a partir del 2020, las muertes asociadas a todo tipo de causas, excepto respiratorias, exceden las esperadas bajo condiciones normales de la red de salud nacional.
Durante los primeros meses del 2022 el aumento de mortalidad fue dramático, superando el 60% en comparación a años anteriores.
Pese a esto, con el paso de los meses en el año pasado, las cifras descendieron de forma positiva, disminuyendo solo entre los meses de marzo y abril más de la mitad de los decesos.
Sin embargo, en condiciones normales, es decir, sin contar la crisis sanitaria de Covid-19, la tasa de mortalidad aumentó un 16%, colocando en alerta a las autoridades de salud por las listas de espera.
Por otro lado, expertos también aseguran que el sistema de estadísticas chileno es superior a los de otros países del continente, debido a la mayor recaudación de datos el porcentaje registrado es más alto.
Otras patologías
Debido a la desviación masiva de recursos para enfrentar la pandemia de Covid-19, fueron muchos los tratamientos que fueron postergados, -y que aún continúan pendientes-, afectando a los enfermos crónicos.
Enfermos de cáncer, diabéticos no atendidos, hipertensos, entre otros padecimientos son los que encabezan las listas de urgencias.
De esta manera, patologías no relacionadas con el Covid-19 aumentas drásticamente, situación generada por la crisis sanitaria.
Expertos aseguran que son más de dos millones de consultas en especialidades y más de 300 mil cirugías, asimismo, las consecuencias que sufren pacientes de Covid-19 apuntan a los fenómenos tromboembólicos.