Santiago, 10 de septiembre de 2020.- La Empresa Gasco informó este miércoles que, de acuerdo a lo ordenado por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, TDLC, que ordenó la venta de la filial Gasmar S.A, resolución que que fue ratificada a fines del año pasado por la Corte Suprema, ha dado inicio a través de Banco Santander Chile, en su calidad de asesor financiero de la transacción, al contacto formal con los potenciales interesados en las acciones de dicha compañía.
Así, Banco Santander ha iniciado la distribución de acuerdos de confidencialidad y materiales de marketing preliminares a potenciales interesados, agregó. Gasmar es un importador mayorista de gas licuado. Se abastece por vía marítima y lo hace en grandes lotes.
Consulta de Conadecus
La decisión del TDLC fue en respuesta a una consulta efectuada por Conadecus a la entidad, en el marco de un procedimiento no contencioso, en el que el Tribunal ordenó la medida de desinversión de los dos accionistas de Gasmar (Empresas Gasco y Empresas Abastible) como una forma de prevenir potenciales riesgos a la libre competencia.
Hernán Calderón, presidente de Conadecus señala que Metrogas es monopolio del gas natural en la Región Metropolitana, “por lejos el mayor mercado residencial de este producto en Chile. Además, entre los accionistas de Metrogas está Copec, precisamente la mayor dispensadora de combustibles del país, que incluye la venta de kerosene (parafina), producto utilizado para calefacción al igual que el gas natural y el gas licuado. No solo eso. Copec también es dueña de Abastible, competencia de Gasco en el gas licuado. Es decir, existe abundante evidencia de integración horizontal en este mercado”.
Pero, adicionalmente, está la integración vertical del gas natural que Metrogas distribuye en Santiago, por el cruce de propiedad con GNL Quintero, la empresa que importa, regasifica e inyecta el gas natural licuado a los gasoductos que llegan a las ciudades.
Un poco de historia
Tras varios años de intentos, a fines de 2014 la catalana Gas Natural Fenosa (GNF) logró adquirir el control de la centenaria Compañía General de Electricidad (CGE), en manos de las familias Marín, Pérez Cruz y grupo Almería (Hornauer). La firma lanzó en noviembre de ese año una OPA por US$ 3.300 millones para quedarse con el control de la eléctrica, en lo que fue la mayor operación de la década en el mercado local.
Las tratativas partieron en marzo de 2014 y en julio GNF presentó una oferta. Para la operación, la catalana contrató como asesores legales al estudio de abogados Claro & Cia., mientras que los asesores financieros fueron Citi España y Banchile Citi. CGE -cuyo principal negociador fue Jorge Marín, ex presidente de la firma- fue asesorada por el estudio Guerrero Olivos y por JP Morgan, mientras los Pérez Cruz tuvieron el apoyo de BNP.