La grave sequía en la región de Magallanes ha llevado a las autoridades del Ministerio de Agricultura a decretar una inédita emergencia agrícola en la zona.
Son más de un millón de animales los que corren peligro, un problema que no solo afecta a la zona más austral del país, sino que a varias regiones del sur de Chile.
Ganaderos de Punta Arenas afirman que esta situación ya no cambiará, considerando que el cambio climático llegó para quedarse, puesto que son menos las precipitaciones necesarias para sustentar la actividad agrícola.
Los primeros días del 2023 ya tiene un déficit del 47,4%, significando una fuerte baja de milímetros de agua, en un año normal son 19mm, hoy son apenas 10mm.
Una situación crítica, expertos de la Dirección Meteorológica de Chile aseguran que la temperatura en la zona más austral de Chile sube todos los años, evidenciado los daños del calentamiento global.
Esta emergencia agrícola se presenta de forma inédita, una situación nunca antes vista en la región de Magallanes, poniendo a disposición recursos regionales para abastecer del recurso hídrico a las zonas ganaderas.
De igual forma, la institución constató que la sequía y las zonas que se están desertificando es producto de la falta de nieve, que, a su vez, abastecen a las napas subterráneas con agua, renovando las reservas naturales con el preciado recurso.
Habitantes ganaderos indican que han realizado inversiones para abastecer a sus animales de agua, construyendo pozos con más de 50 metros de profundidad e instalando aguadas para acumular más nieve durante la época de invierno.
Pese a las medidas, esta acumulación de agua solo llega hasta el mes de octubre, dejando al último trimestre del año sin abastecimiento para el ganado.
Por otro lado, la recuperación de follaje también es una constante preocupación dentro de la crisis hídrica de Magallanes, la flora local no está recuperándose de forma sostenible con la cría de ganado.
Para muchos es anecdótico ver a los animales vagando por las calles de la ciudad, alimentándose de los jardines municipales e incluso, de las plantas de casas en distintos sectores, situación que cubre una grave crisis en animales de ganado, que por sus altos costos de mantenimiento ahora son abandonados en las calles.
La prolongación de esta emergencia es alarmante, impidiendo alcanzar una cuota estable de agua para la actividad agrícola durante todo el año, una situación que se agudiza con el pasar el tiempo.
