El presidente de Conadecus, Hernán Calderón, califica de “insuficientes, tardías y migajas” las medidas del plan anunciado el último domingo por el Presidente Sebastián Piñera en medio de la pandemia de coronavirus. “En un país tan endeudado, no se puede seguir endeudando a la gente”, dijo.
El proyecto, enmarcado en la crisis económica generada por la pandemia de coronavirus, contempla cuatro puntos: la entrega de créditos blandos financiados y administrados por el Estado con una tasa de interés real igual a cero, la postergación para el final del periodo del pago de seis dividendos hipotecarios mediante un acuerdo con los bancos y con el apoyo de una garantía estatal, la ampliación del programa de subsidio para arriendos y el aumento de créditos con aval del Estado (CAE) para la Educación Superior.
Desde la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios, Conadecus, están en desacuerdo con esta propuesta gubernamental, que su presidente, Hernán Calderón, calificó de “insuficiente y tardía”.
Estas medidas son migajas, es todo muy acotado. Parece que se piensa más en el impacto mediático que en el alcance concreto de lo propuesto. Además, hay un sinnúmero de omisiones, a lo que se agregan condiciones que con dificultad la gran mayoría de los chilenos podrá cumplir. Se dice que es un crédito blando, aunque puede ser muy duro para las familias. Se pide no estar en mora más de 29 días, lo que apunta a personas sin problemas de ingreso ni de cesantía y que no están en los registros de morosidad. Por lo tanto, es un mecanismo que no todos pueden cumplir ahora”, señala el dirigente a Publimetro.
-¿Cuál es su percepción del estado actual de la gente?
-Hay datos duros muy claros, como los de la Fundación Sol. El 82% de los mayores de 18 años ya está endeudado. Son 11,5 millones de personas. La mitad de los trabajadores gana menos de $400.000 líquidos y sólo el 20% gana más de $750.000. Casi cinco millones de chilenos están morosos. Un total de 635 mil están endeudadas con banca por estudiar en la Educación Superior. Todo eso indica que uno de los mayores problemas del país es el endeudamiento y el sobreendeudamiento. Y la respuesta es ofrecer más de lo mismo.
-¿Por qué entonces se propone eso desde el Ejecutivo?
-Me parece que el Gobierno no razonó bien. No han tomado buenas medidas porque están confundidos, y eso se debe a que no entienden los problemas reales de las personas, lo que demuestra la falta de calle de sus personeros. No es posible entregar propuestas para seguir endeudando a los chilenos, sabiendo las tasas de endeudamiento que existen. Tampoco abordaron el tema de la judicialización y de las ejecuciones, embargos y remates que hoy sufre una parte importante de las familias chilenas… El endeudamiento nunca es bueno, más en tiempos de incertidumbre debido a esta crisis sanitaria que no sabemos cuándo va a terminar, con una cuarentena que sigue prolongándose y trae más problemas económicos. Bajo estas circunstancias, lo ofrecido desde La Moneda va a agobiar aún.
-¿Qué se debe hacer entonces?
-Lo esencial es que a las familias les lleguen recursos frescos ahora, sin trámites burocráticos, porque ya para muchos el inconveniente no es tener una cuenta impaga, sino que la falta de recursos para alimentarse. Hay hambre y ya vimos lo que pasó con la entrega de las cajas de mercadería, con muchos problemas de logística y la consecuente demora en la recepción. Incluso muchas fueron entregadas a algunos que no las necesitaban y otros que sí las requerían quedaron mirando para el lado… Vamos ya en casi dos millones de personas en situación de cesantía a los que hay que sumar los trabajadores informales que han ido creciendo, y eso son puntos que tampoco aborda este proyecto.
-¿Cree que sacar el 10% de los fondos de las AFP es una buena respuesta?
-Es una buena medida, pero que hay que pensar muy bien cómo concretarla. El sistema siempre nos ha dicho que esos dineros son de las personas, no de las AFP, y por eso debido a esta crisis es justo que quienes lo requieran hagan un retiro controlado. Pensamos que una buena ayuda es permitir el retiro de ese 10% y que el Estado emita un bono de reconocimiento al momento de jubilar. Así se repone el dinero sacado y no se ve afectado el monto de la pensión.