Noticia | 28 Julio 2015

Directora de FONASA coincide con CONADECUS respecto del AUGE

jeannette vegaEn carta dirigida a El Mercurio, la directora de FONASA Jeannette Vega destacó que fue partidaria desde un principio de respaldar la idea central del AUGE,  plan diseñado por el Dr Hernán Sandoval, al igual que CONADECUS.
El AUGE, hoy GES se inició cubriendo 56 enfermedades como prioritarias. “Esta iniciativa fue defendida por CONADECUS asumiendo el punto de vista de los usuarios de los servicios de salud , contra la opinión de los gremios  de la salud y del Colegio médico, que se opusieron a ese plan por no incorporar a todas las enfermedades”, señaló el director de CONADECUS, Ernesto Benado,”El Auge  ha demostrado ser  una de las leyes más exitosas desde que regresó la democracia a Chile”, concluyó.
Diez años del AUGE: éxitos y mejoras
Dra. Jeanette Vega Morales Directora nacional de Fonasa
Hace diez años dimos un paso fundamental en materia de derechos sociales al establecer el plan Acceso Universal con Garantías Explícitas (AUGE) como el proyecto estrella de la reforma de salud del gobierno del ex Presidente Ricardo Lagos. A través de dicho plan apostamos por la universalidad y por el derecho de acceso a la salud para todos los chilenos de manera efectiva y legalmente exigible.
Una década después, la universalidad de acceso tiene un poder de agencia global: el Banco Mundial promueve la cobertura universal de salud como “una herramienta poderosa y subutilizada para el desarrollo económico” y como uno de los pilares para eliminar la pobreza absoluta en el mundo para el año 2030. Hoy, casi treinta países de ingreso medio tienen como meta alcanzar cobertura universal de salud. Todos, con desafíos tales como el aumento del gasto en salud, cambios demográficos, incremento de las enfermedades crónicas y la velocidad de incorporación de nuevas tecnologías a salud.
A principios de la década del 2000, un diagnóstico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue crucial para medir la paradójica situación sanitaria del país: por un lado, mostraba altos índices de sobrevida infantil, pero nos ubicaba en el puesto 168 del indicador de “justicia en el financiamiento de la salud”. El estudio era concluyente: la inequidad en el sistema era demasiado alta. La respuesta fue la reforma de salud priorizada por el gobierno del ex Presidente Lagos que se plasmó en el proyecto de ley que dio origen al AUGE, en 2005.
A una década del AUGE, es necesario evaluarlo. Su objetivo fue mejorar la salud de la población a través de mecanismos equitativos. Su lógica se ha basado en la idea de derechos garantizados con la conjugación de “cuatro garantías”: acceso, oportunidad, calidad y cobertura financiera. Hay logros que avalan sus resultados sanitarios; por ejemplo, mayor cobertura de diálisis, disminución de la tasa de mortalidad por infarto cardíaco, aumento de sobrevida y diagnóstico precoz en los cánceres que más afectan a los chilenos: vesícula y mama en las mujeres y cáncer testicular en los hombres jóvenes.
Pero también existen problemas no resueltos. Sabemos que hay un bajo uso del AUGE en el sistema privado, pues a mayo de 2015 han atendido 1,2 millones de casos, mientras que Fonasa supera los 24 millones. La escasez de especialistas para cubrir las necesidades en el sector público también ha distorsionado el plan, y ha obligado a comprar servicios a prestadores privados a precios muy disímiles y muy altos en algunos casos; mientras que la priorización explícita ha traído como resultado no esperado una discriminación de pacientes: los priorizados por AUGE frente a los no AUGE, los cuales deben esperar por meses por atención, e incluso más.
¿Qué mejorar, entonces? Debemos avanzar hacia completar los tratamientos incluidos desde el diagnóstico precoz hasta la rehabilitación y actualizar las guías clínicas. También, hacer una evaluación comprensiva del impacto sanitario y financiero del AUGE en su totalidad. En lo inmediato, para lograr el seguimiento real de los pacientes, es imperativo disponer de mejores incentivos financieros hacia los establecimientos públicos, incluyendo recursos humanos, y hacer más eficiente la compra de servicios.
Esto último, sin duda, marcará un punto de inflexión, pues tiende a mejorar la eficiencia financiera y la calidad de atención a través de mecanismos de pagos que compartan el riesgo entre seguros y prestadores, en los que se pague por resolución de problemas, y no por acto médico, lo cual incentiva la eficiencia y estimula la calidad de la atención.
El método de pago ya está instalado por el Fondo Nacional de Salud en catorce hospitales del país, y también en las compras de hospitalizaciones que hace el seguro al sector privado, cuestión que en un horizonte cercano impactará en mejorar aún más esta política pública y en avanzar hacia el anhelo compartido por todos los chilenos, de un sistema de salud que garantice acceso universal y oportuno a atención de salud de calidad con protección financiera.

Publicado por
Conadecus

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