Reiteradamente criticó al TPP y al TLCAN durante su campaña, diciendo que el sector de manufactura de Estados Unidos había sido debilitado por los malos acuerdos comerciales. El lunes, Trump dijo a líderes empresariales que planeaba imponer un “importante impuesto fronterizo” a las empresas que trasladen sus operaciones fuera de Estados Unidos. Dicho país también suspendió la importación de limones argentinos.
Si había dudas de que Donald Trump iba a montar un ataque frontal contra el libre comercio una vez que llegara a la Casa Blanca, ayer lunes las despejó. El nuevo presidente de Estados Unidos puso fin abruptamente a décadas de promoción del libre comercio al firmar una orden ejecutiva para retirarse del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), que no fue ratificado, y prometió renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA).
Si Trump le dio la sentencia de muerte al TPP, el Gobierno chileno lo enterró.
A las pocas horas, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, informó que “tal como lo conocemos”, el Acuerdo Transpacífico (TPP) queda cancelado.
El jefe de la diplomacia chilena lamentó que Trump haya sacado del Congreso de EE.UU. el proyecto de ley para integrarse al TPP y anunció que, con esta salida, el acuerdo entre los países que dan al Asia Pacífico, con exclusión de China, se suspende en Chile.
“Esto significa –recalcó– que el TPP tal cual como lo conocíamos ya no está sobre la mesa”.
Afirmó que se comunicó con los países del Asia Pacífico para participar en una reunión en marzo próximo, que se desarrollaría en la ciudad chilena de Viña del Mar, para analizar la determinación de Trump.
Eso sí, Muñoz dijo que “vamos a persistir en la apertura al mundo y en la integración bajo distintas modalidades, como lo hemos hecho en el pasado, con acuerdos bilaterales, subregionales y regionales”.
El enfoque de Trump en el comercio cumple con la promesa de campaña, consistente en reescribir la política comercial de Estados Unidos durante sus primeros días como presidente. Al declarar su determinación de renegociar el TLCAN, el presidente de EE.UU. reescribiría un acuerdo que ha gobernado el comercio en gran parte del hemisferio occidental por 22 años.
Por otro lado, al cancelar el TPP negociado por el ex presidente Barack Obama, Trump complacerá a muchos de sus partidarios más fervientes, así como a varios demócratas, y abrirá un vacío económico en Asia que China está ansiosa por cubrir.
La confirmación de que Trump será un presidente proteccionista se sintió en bolsas alrededor del mundo y golpeó al dólar.
Otros acuerdos comerciales en la mira
Trump reiteradamente criticó al TPP y al TLCAN durante su campaña, diciendo que el sector de manufactura de Estados Unidos había sido debilitado por los malos acuerdos comerciales. El lunes, Trump dijo a líderes empresariales que planeaba imponer un “importante impuesto fronterizo” a las empresas que trasladen sus operaciones fuera de Estados Unidos.
Trump se comprometió durante la campaña presidencial a renegociar el acuerdo norteamericano, con el fin de mejorar las condiciones comerciales para Estados Unidos y evitar que las compañías trasladen los puestos de trabajo estadounidenses hacia el extranjero. “Si nuestros socios se niegan a una renegociación que otorgue a los trabajadores estadounidenses un trato justo, entonces el presidente notificará la intención de Estados Unidos para retirarse del TLCAN”, indica un comunicado publicado en el sitio web de la Casa Blanca.
Tras años de negociaciones, tanto con las administraciones republicanas como demócratas, el TLCAN fue firmado por el entonces presidente Bill Clinton en 1993 y entró en vigor al año siguiente. El pacto pretendía eliminar las barreras comerciales entre los países norteamericanos y proteger la propiedad intelectual de los productos.
China en la mira
La administración de Trump se estaría preparando para una relación tensa con China, en medio de disputas sobre políticas comerciales, según Citigroup Inc., que advirtió que el nuevo gobierno de Estados Unidos podría establecer más medidas proteccionistas contra los productos provenientes de la economía más grande de Asia.
“Cada vez hay mayores indicios de que el gobierno de Trump avanza hacia relaciones antagónicas con China”, dijo el banco en un informe que analizaba el futuro para las materias primas, incluyendo los metales y los productos agrícolas. Aunque la entidad mantuvo su perspectiva de que se podría evitar una guerra comercial, anticipó “crecientes roces comerciales” entre ambos países.
Trump hizo de las relaciones comerciales un tema central de su campaña electoral, afirmando que EE.UU. estaba recibiendo un trato injusto de los pactos económicos, desde el Tratado de Libre Comercio de América del Norte hasta el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica. El nuevo presidente insistió en su mensaje de “Estados Unidos primero” de su discurso inaugural y firmó una orden ejecutiva para retirar a su país del acuerdo del Pacífico.
“Es muy probable que veamos a Estados Unidos apuntando enérgicamente a China en sectores donde acumula grandes déficits con China o con importante presencia de empresas estatales”, anunció Citigroup. El gigante asiático tiene posibilidades de reaccionar, ya que puede recurrir a la Organización Mundial del Comercio, imponer medidas compensatorias y, posiblemente, prohibir las exportaciones de materias primas estratégicamente importantes, como las tierras raras, informó Citigroup.
Trump nombró al inversionista multimillonario Wilbur Ross como secretario de Comercio. En su testimonio el miércoles en Washington y ante el Comité de Comercio del Senado, Ross denominó a China como el país más proteccionista entre las mayores economías del mundo y prometió nivelar el campo de juego con los chinos en cuanto al comercio, especialmente al reducir el exceso de capacidad en su sector siderúrgico.
El nuevo mandatario estadounidense se ha comprometido a usar “todas las facultades presidenciales legales para solucionar las disputas comerciales” con China, incluyendo aranceles. En cierto momento, planteó un impuesto de 45 por ciento a las importaciones chinas, pero luego negó haberlo mencionado. Aun así, hasta ahora Trump no ha cumplido su promesa, durante su primer día como jefe de Estado, de calificar a China como manipulador de divisas .
Limones argentinos
La ola proteccionista no solo golpeó a México en la región. Los limones argentinos también sintieron el golpe.
El Gobierno de Estados Unidos suspendió ayer un acuerdo que permitía la importación de limones provenientes de Argentina. La decisión hizo que los papeles de la empresa frutícola argentina San Miguel cayeran casi un 8 por ciento el lunes.
El Servicio de Inspección de la Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (APHIS por sus siglas en inglés), informó que, de acuerdo con lo establecido por la Casa Blanca el 20 de enero, dictará una suspensión de 60 días al permiso para el ingreso de limones frescos de Argentina.
Argentina y Estados Unidos habían comunicado, a fines de diciembre de 2016, que se había llegado a un acuerdo para el ingreso del cítrico –del que Argentina es uno de los principales productores mundiales– bajo el cumplimiento de ciertos requisitos.
Tras conocerse la decisión del Gobierno estadounidense, el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, dijo a una radio local que Argentina manejará el asunto por las vías diplomáticas habituales y que cree que el acuerdo será convalidado después del período de suspensión.
Fuente: ElMostrador