La economía chilena tuvo un anémico 2016.
Según informó el Banco Central esta mañana, el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de diciembre de 2016 aumentó 1,2% en comparación con igual mes del año anterior. La serie desestacionalizada aumentó 0,9% respecto del mes precedente (noviembre) y creció 1,0% en doce meses.
La cifra, cuyo mes registró la misma cantidad de días hábiles que diciembre de 2015, estuvo levemente por sobre las expectativas del mercado, que esperaba un guarismo cercano al 1%.
Con esto, el crecimiento del PIB habría acumulado una débil variación de 1,5% durante 2016, su rendimiento más bajo desde 2009.
En detalle, el Imacec minero cayó 3,0%, mientras que el Imacec no minero aumentó en 1,6%, de acuerdo a la información de la entidad emisora. Este último se vio incidido por el incremento de los servicios y el sector comercio, lo que fue parcialmente compensado por la caída de la industria manufacturera.
En términos desestacionalizados, y con respecto al mes anterior, el Imacec minero cayó 1,5%, mientras que el Imacec no minero aumentó 1,2%.
De acuerdo al análisis del equipo de estudios del BBVA, el cuarto trimestre cierra preliminarmente con un crecimiento de 0,5% a/a, pero con una contracción desestacionalizada de 0,3% t/t. “Aunque no estamos en presencia de una recesión técnica, por no tratarse de dos caídas trimestrales consecutivas, sí hubo dos caídas trimestrales en 2016, confirmando el frágil estado actual de la economía”, indican.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, reaccionó con cautela ante las cifras. “Faltan muchos datos todavía hacia adelante para que esto sea una tendencia, pero es una noticia positiva en el sentido de que muestra una recuperación después de una baja que fue muy intensa en octubre y que permite pensar que podemos ir creciendo más en los próximos meses”, indicó a los medios.
No obstante, Valdés advirtió que habrá que tener “cuidado con febrero, que va a estar contaminado por varias cosas”.
En ese sentido, desde el BBVA alertan que la debilidad mostrada a fines de 2016 se extendería durante el primer trimestre de 2017, “acentuada por los incendios, el eventual paro en Escondida, el efecto base y la composición de días hábiles en febrero”.
El equipo de Santander Chile es un poco más optimista. “Para el primer mes del año proyectamos un crecimiento de la actividad en torno a 1% incidido por una menor extracción minera en faenas relevantes para la producción nacional e impactado por la emergencia forestal”. Y para el primer trimestre estima un crecimiento de 1,3% y de 2,0% para 2017.
Fuente: ElMostrador