La respuesta es si, los cambios en nuestras rutinas pueden afectar a nuestra salud, principalmente por levantarse una hora más temprano, cuando aún está oscuro.
Recordar que en el año 2017 la presidenta Michelle Bachelet, decretó que se mantenga el horario de verano para la Región de Magallanes y la Antártica Chilena para así tener días con más luz natural.
De esta manera, el próximo sábado, los relojes se deberán atrasar en 60 minutos. Por ejemplo, si son las 00:00 horas, los relojes deberán cambiar a las 23:00 horas.
Por lo general, los efectos sobre el sueño son la principal consecuencia, y esta se refleja en el ritmo cicardiano de cada persona.
¿Qué es el ritmo cicardiano?
Son las moléculas con que nuestro organismo regula la búsqueda de sueño, es decir, son los responsables de que queramos dormir de noche y despertar en las mañanas.
De esta manera nuestros cuerpos ayudan a que nuestro cuerpo coordine una serie de procesos de forma ordenada a lo largo de 24 horas.
Síntomas del cambio de horario
Pasar del horario de invierno al horario de verano se puede manifestar con:
- Sueño durante el día, especialmente en la mañana.
- Irritabilidad y apatía.
- Alteraciones en la concentración.
- Alteración del ánimo.
Si bien estos síntomas se pueden presentar a cualquier edad, son más evidentes en los niños y adolescentes, y personas mayores, también son más frecuentes en pacientes con problemas de sueño o ansiedad.
Recomendaciones para el cambio de hora
Comienza unos tres días antes a acostarte más temprano y levantarte antes, de manera de acostumbrar al organismo.
Evita usar elementos luminosos al final de la noche como televisores, celulares y tablets.
Evita consumir productos estimulantes en la noche, como cafeína, azúcar o chocolate.
Procura exponerte a la luz solar en las primeras horas del día. Puede ser, incluso, desde una ventana.
Evita automedicarte con fármacos para dormir.