El incremento previsto para la demanda eléctrica en los próximos años, la continuidad de la dependencia de fuentes de suministro.
Por Lisandro Pérez/Diario Financiero.
El incremento previsto para la demanda eléctrica en los próximos años, la continuidad de la dependencia de fuentes de suministro basadas en combustibles fósiles y las restricciones propias del sistema eléctrico son serios condicionantes que conllevan altos costos para la energía eléctrica a futuro.
La generación de electricidad para consumo propio y venta de excedentes a terceros es una realidad en muchos países del mundo, ya sea que funcionen bajo un esquema de incentivos, como un negocio competitivo o como una combinación de ambas. Y sus beneficios no son menores. El autoconsumo eléctrico en los hogares permite:
• El uso responsable y eficiente de la energía, puesto que conlleva una reducción directa en la factura de la luz al generar ingresos adicionales derivados de la venta de excedentes.
• El apalancamiento de la inversión privada de pequeños inversionistas para el desarrollo del sector energético achicando la brecha entre capacidad de generación y distribución.
• La participación y la aceptación pública de las políticas para el desarrollo energético porque convierte al consumidor en “accionista” del sector.
• Desarrollo de capacidades tecnológicas que facilitan la integración de nuevas tecnologías y que podrían ser exportables a la región.
Para que estos cambios sean posibles se requiere la evolución de distintos factores, como menores costos de las tecnologías de generación distribuida (solar fotovoltaica) y un marco regulatorio adecuado que facilite la aparición de nuevos modelos de negocio.
Si bien Chile ya comenzó a introducir legislación favorable al autoconsumo con la ley sobre las ERNC y con el proyecto de medición neta, aún queda un largo camino por recorrer para sentar las bases que faciliten la aparición de nuevos modelos de negocio en torno al consumo eléctrico.
Facilitar a los consumidores chilenos la opción de generar electricidad para consumo propio es una alternativa a tener en cuenta en la planificación de largo plazo que requieren los grandes desafíos energéticos del país.
El desarrollo del autoconsumo eléctrico es un esfuerzo de mediano largo y plazo que implica un proceso de transformación del sector y de la sociedad y requiere un debate de ideas que incorpore las perspectivas de consumidores, gobierno, representantes del sector eléctrico y de la industria de energías renovables no convencionales, entre otros actores. El desafío está planteado.