10 principios para que los gobiernos combatan la obesidad da a conocer la Asociación Internacional de Estudios de la Obesidad (IASO, por sus siglas en inglés). “La obesidad y las enfermedades que provoca ponen creciente presión sobre los servicios de salud pública, los gobiernos no tienen una opción más que actuar. Entre más pronto se actúe, los costos serán menores y más eficaces las acciones”, dice el doctor Tim Lobstein, director de Incidencia de IASO.
La Asociación Internacional de Estudios de la Obesidad (IASO, por sus siglas en inglés) publicó un plan de acción de 10 principios para que los gobiernos combatan la obesidad.
Se presentan estas “Recomendaciones de Políticas Públicas” del IASO en un momento en que es urgente confrontar los crecientes niveles de obesidad y enfermedades no transmisibles (ENT) en todos los países, especialmente en naciones como México, donde los sistemas de salud pública se están colapsando por esta causa.
“Hemos visto la evidencia, tenemos las estrategias, ahora necesitamos actuar”, dice el doctor Tim Lobstein, director de Incidencia de IASO.
Alejandro Calvillo, nuestro director de El Poder del Consumidor y miembro de la ALIANZA POR LA SALUD ALIMENTARIA señaló: “las recomendaciones de la IASO deben ser atendidas por el gobierno mexicano, que ha dado sus primeros pasos para combatir la obesidad. Sin embargo, si no profundiza su política y las regulaciones en publicidad, etiquetado, alimentos y bebidas en escuelas y sus medidas fiscales, quedará a medio camino y éstas no serán efectivas, puramente cosméticas”.
Las propuestas de política pública son presentadas mientras los gobiernos se preparan para informar sobre sus avances para enfrentar la obesidad y la ENT en la próxima Asamblea Mundial de la Salud a realizarse en junio próximo.
“Recomendaciones de Políticas Públicas” piden a los gobiernos adoptar un enfoque sistémico para confrontar la obesidad, trabajando en coordinación con la sociedad civil, particularmente para monitorear los factores causales de las enfermedades.
También se exige fortalecer la seguridad nutricional, mediante la protección de los consumidores, principalmente los niños, de incentivos y alicientes de consumir productos no saludables.
Para la preparación de este informe, IASO reunió expertos para una sesión de “consentimiento de las partes” durante dos días en la Academia de Medicina de Nueva York en septiembre 2013, juntando funcionarios de la Organización Mundial de la Salud y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), así como representantes de gobiernos locales y nacionales, expertos en salud pública, organizaciones de incidencia pública, activistas comunitarios y algunas empresas privadas.
El doctor Lobstein, quien convocó la reunión, señaló: “el resultado de un grupo tan amplio de expertos fue contundente, con varias propuestas para combatir el sobreconsumo, demandando a los gobiernos contar con regulaciones más exigentes, mediante estrictas leyes nacionales de salud pública, llamando a transparentar y difundir las actividades de las cabildeo y apoyo a partidos políticos por parte de las grandes empresas alimentarias contrarias a estas regulaciones”.
Las recomendaciones del documento incluyen un fuerte énfasis en el liderazgo y la acción de parte de los gobiernos para reducir muertes que son prevenibles y que a la vez mejoran el desempeño económico. “Hacemos un llamado a los gobiernos a fortalecer sus poderes legislativos para que puedan intervenir en los mercados en defensa de la salud pública”.
“No actuar no es sostenible, especialmente en los países de bajo ingresos”, indica el dcotor Lobstein. “Sabemos que los gobiernos en los países de bajo ingresos tienen poco control sobre el suministro de los alimentos y los acuerdos comerciales y de inversión que destruyen los dietas tradicionales más saludables.”
“De manera aislada, los gobiernos son renuentes a emprender intervenciones en el mercado porque no quieren que sean percibidos restringiendo la libertadas de las personas. No obstante, hay buenos argumentos de por qué se necesita un etiquetado de semáforo en los productos, la prohibición de publicidad dirigida a niños y ajustes en subsidios e impuestos para incrementar el consumo de alimentos más saludables”.
“Entre tanto la obesidad y las enfermedades que provoca ponen creciente presión sobre los servicios de salud pública, los gobiernos no tienen una opción más que actuar,” señaló.
“Entre más pronto se actúe, los costos serán menores y más eficaces las acciones”.
El plan de acción propuesto por los expertos incluye:
1. Fortalecer el caso para la acción.
2. Elaborar planes de acción intersecretarial que incluyan un amplio abanico de iniciativas en múltiples niveles de intervención.
3. Establecer directrices y normas para la protección de la seguridad nutricional.
4. Hacer uso del poder adquisitivo del gobierno para construir patrones de consumo más saludables.
5. Hacer uso de los poderes legislativos para fortalecer la legislación sobre salud pública.
6. Utilizar las oportunidades de negociación multilateral para fortalecer los programas nacionales de salud.
7. Fomentar el cambio de comportamiento y un cambio en las normas culturales.
8. Fortalecer el liderazgo de la Secretaria de Salud.
9. Reunir apoyos y confrontar la resistencia a las regulaciones.
10. Establecer agencias de rendición de cuentas.
El poder del consumidor, 13, Enero, 2014
Notas y fuentes en artículo original
Comisión de Minería y Energía aprueba que asociaciones de consumidores puedan solicitar revisión de tarifas eléctricas
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