Para el académico del Inta, Chile no tiene políticas acorde a sus necesidades nutricionales. Los altos índices de obesidad presentes en la población dan cuenta de un problema a nivel nacional.
Después de mucho tiempo, finalmente entrará en vigencia la Ley de Etiquetado de Alimentos. El 2007 comenzó la discusión en el Congreso de este proyecto, que se aprobó en junio de 2012. Pese a que la ley da un plazo de un año para tener operativos los reglamentos, el correspondiente al etiquetado aún no se concreta, aunque se espera que a finales del 2015 ya pueda estar disponible.
En conversación con el programa “Semáforo” de nuestra emisora, Fernando Vio, médico experto en Salud Pública y académico del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos (INTA) afirmó que aquí ha hecho efecto el ya mencionado lobby de las empresas, en particular sobre la complejidad del etiquetado de productos con altos contenidos de grasas, azúcares y sal.
Sin embargo, advirtió que hay dos temas de los que no se ha hablado hasta el momento: La regulación de la publicidad y la nutrición en las mismas escuelas, donde hoy se vende comida muy poco saludable. ¿Por qué?, el especialista indicó que se debe a que la ley no refleja un debate nacional sobre la calidad de la alimentación en Chile.
“Esta ley no está inmersa en una política de Estado contundente frente al tema de la Obesidad. En Chile siete de cada diez mayores de 15 años tienen sobre peso o están con obesidad. Y eso, ¿qué significa desde el punto de vista práctico?, un tremendo problema para la Salud Pública. Hoy día las principales causas de hospitalización son tres: Hipertensión arterial, obesidad y diabetes, todas enfermedades ligadas con la mala alimentación”, afirmó.
“Esto genera un impacto tremendo al presupuesto en Salud y si no se hace nada a cinco o diez años plazo va a ser peor, llegando a un 90 por ciento de la población con sobrepeso y obesidad”, añadió el especialista.
Además, indicó que la sociedad chilena tiene un particular gusto por lo dulce y salado, demandando al mercado este tipo de productos. Si bien reconoce responsabilidad de las empresas, Fernando Vio, sostuvo que hay un amplio trabajo que hacer en la educación de los hábitos, sobre todo de los más pequeños. “En la actualidad no hay nada de alimentación en el currículum, pero tampoco en la educación en general”, indicó, pese a que el tema está presente todo el día.
El especialista agregó que, como parte de un proyecto Fondecyt, revisaron toda la regulación que hay en Chile en las escuelas, desde el nivel nacional hasta el nivel local. “Existe el PEI, Proyecto Educativo Institucional, que es obligatorio en los colegios, donde no hay ningún contenido de alimentación, tampoco hay nada en los Reglamentos de Convivencia Interna, o el reglamento del Centro de Padres, menos en los Centros de Alumnos. No está tampoco en las normas del Ministerio de Educación. Si se revisa los Objetivos Fundamentales Transversales de la Educación Chilena no hay nada de alimentación”, sostuvo.
En ese sentido consideró impresentable el escenario. “Se habla de una Reforma Educacional, y a nadie se le ha pasado el tema por la cabeza”, afirmó.
Consultado sobre el rol de la Junta nacional de Auxilio y Becas (Junaeb) en la entrega de alimentación, Fernando Vio indicó que el organismo fue creado en los años 60, bajo un contexto de desnutrición y afirmó que ha ido generando un cambio “muy lento” y a partir recién del año 2000, lo que explica en la fuerte expectativa en la cobertura y el bajo presupuesto con que cuenta.
Para Vio el bajo impacto de los programas se explica en que no ha existido una política continua en el tiempo. En esa línea se refirió al más reciente de los intentos, el Programa Elige Vivir Sano.
“Aparece el Elige Vivir Sano, que es un programa comunicacional muy fuerte que introduce el tema a través de los medios de comunicación, especialmente la Televisión y además se hacen eventos de actividad física, hubo mucha maratón, mucha cicletada, evento masivo, mucha zumba en ese periodo”, afirmó y añadió: “lo interesante de eso es que la obesidad ha seguido aumentando”, dijo, aunque reconoció que se ha visto una reducción en quienes son sedentarios.
El académico señaló que los esfuerzos en alimentación se deben complementar también con una política nacional de actividad física, cuando en nuestro país sobre el 80 por ciento de los chilenos no realiza deporte alguno y quienes lo hacen son los ciudadanos más jóvenes y con mejor nivel socioeconómico.
Radio U de Chile, 8 julio 2014
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