Ante la presunta insolvencia de las Isapres, Fonasa deberá costear 68 mil millones para continuar con los tratamientos de los afiliados al sistema privado.
El Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián ( IPSUSS) arrojó un estudio sobre “Aportes para el debate en salud: estimación del costo fiscal de otorgar continuidad de tratamiento ante insolvencia de Isapres abiertas”, donde expone el escenario ante “la probable insolvencia de las Isapres”.
Los datos corresponden al costo fiscal que deberá tener el Estado en el escenario en que ex pacientes de Isapres, se encuentren bajo tratamiento crónico y decidan emigrar a Fonasa.
“Considera a los afiliados que activaron su GES y que se encuentran bajo tratamiento por condiciones crónicas y oncológicas, así como quienes cuentan con CAEC. También se sumó el promedio de gasto de usuarios de Isapres en licencias médicas” explica el estudio.
En esa línea, la continuidad del tratamiento debe estar garantizada por el estado, puesto que le corresponde de forma “legal” enfrentar un problema médico de un paciente crónico.
Entre los resultados que arroja el estudio, podemos observar que al cubrir 256 mil personas (pacientes GES y CAEC) que provienen de Isapres, Fonasa tendrá un déficit mensual de $5.660 millones de pesos.
En caso de otorgarle continuidad a esta medida, se gastará, en un semestre o año, cerca de $34.000 millones y $68.000 millones, respectivamente.
La investigadora asociada a este estudio, la directora de estudios del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián (IPSUSS), Carolina Velasco explica que “El estudio muestra que el solo hecho de otorgar continuidad de tratamiento a las personas de las isapres que se cambien a Fonasa, implica un déficit para el fisco porque el aporte del 7%”.
En el análisis, para enfermedades como VIH-Sida, diabetes tipo 2, depresión y enfermedad crónica renal 3 y 4, son las que mayor gasto generan en la continuidad de su tratamiento.
Mientras que las principales enfermedades crónicas que deben tener prioridad a la hora de hacer efectiva la insolvencia, serían la diabetes tipo 2, hipertensión arterial primaria e hiportereodismo.
La directora de estudios del IPSUSS dice “que al no abordar los problemas de fondo que origina el fallo de la Corte Suprema, se mantienen las reglas que han sido cuestionadas ante lo cual se requiere soluciones que apunten, por ejemplo, a la regulación de las aseguradoras, la eliminación de las preexistencias y al plan de salud universal” cierra.