Las empresas acusan a Abastible de retener “cientos de miles de balones” de ambas compañías en sus bodegas, tras la posibilidad que los clientes tienen desde 2014 de comprar gas licuado libremente con cualquier cilindro.
En tanto, Lipigas afirmó que su demandante “decidió retener” sus característicos cilindros amarillos, “que retiró de la tenencia de los consumidores, todo ello para reducir el inventario disponible y subirle artificialmente los costos. Peor aún, Abastible ni siquiera informó a Lipigas respecto de los cilindros de su propiedad que mantenía en su poder”.
Además, Gasco se niega a pagar la demanda de Abastible y cifró que el daño provocado por la compañía de balones naranjos llega hasta los 24.657 millones de pesos. A su vez, Lipigas sostuvo que “ha entregado a Abastible cilindros que recibió por intercambios” y que la compañía jamás se los ha pagado.
Fuente: Cooperativa