Solo en los últimos dos años, los gastos comunes de distintas comunidades han aumentado hasta un 41% en el Gran Santiago.
Hasta abril del 2023, el aumento se cuantificó solo en el 22% en los últimos dos años, pero con la llegada del segundo semestre, el gasto se duplicó.
Expertos aseguran que las cifras llegan al 41% después de la segunda mitad del 2023, una situación que aprieta aún más la crisis habitacional.
Las comunidades se vieron afectadas en participar por el aumento del sueldo mínimo, aumento de tarifas de gas y utilización de calefacción centralizada.
Asimismo, muchas empresas de administración de edificios fueron gravadas con IVA, por lo tanto, los costos de sus servicios aumentaron.
Las comparaciones son alarmantes, dentro de las comunas que más incrementaron sus gastos comunes en el gran Santiago, fueron: San Bernardo con un 41,27%, seguida La Reina con 28% y Vitacura con el 25,29%.
Por otro lado, también hay comunas en las que estos gastos disminuyeron, como Recoleta con -10%, Puente Alto con -2,47% y Maipú con -1.87%.
La brecha de comparación entre los aumentos y las disminuciones es enorme. Una noticia que no solo toma en la capital, sino también a las zonas aledañas.
Comunas como Paine aumentó el 109%, en Colina fue 79,92% y Chiguayante con el 76,60% de alza.
¿Para qué sirven los gastos comunes?
Los gastos comunes son los costos que genera un edificio o condominio para administrar, mantener y reparar los espacios comunes de un edificio.
Existen en todo tipo de comunidad, ya sean casas, departamentos, bodegas u oficinas. Se clasifican en gastos comunes ordinarios y extraordinarios.
Los gastos ordinarios son los de la administración, destinados para pagar remuneraciones de personal de aseo, seguridad, conserjes, jardineros, entro otros.
También para generar nuevas obras comunes, reparaciones y financiar mantenciones, que en el caso de ascensores debieran ser mensuales.
Sin embargo, no todos los gastos son fijos, pues están los cargos por uso y consumo de servicios, como lo pueden ser el gas para el agua caliente y/o la calefacción central.
Por lo tanto, ese monto dependerá del consumo en el que haya incurrido individualmente cada hogar, oficina o bodega.
Los gastos extraordinarios son los costos que no pertenecen a instalaciones ya existentes sino a reformas o nuevos proyectos que el edificio o condominio necesite.
Estos deben ser de uso público, como, por ejemplo, cambiar la decoración, la instalación de juegos y/o columpios para niños o la construcción de una piscina, estacionamientos o un quincho.