Tras un 2023 difícil para la economía de los consumidores, para las vacaciones las cuentas no desaparecen, desde Conadecus te recomendamos minimizar los gastos que no percibimos.
Cuando vemos nuestros estados de cuentas es sorprendente lo excesivos que pueden ser en nuestras cuentas y facturas, que muchas veces son provocadas por los gastos vampiro, fantasma y hormiga.
Entre tantas preocupaciones es habitual que como consumidores busquemos comodidad, es por esto que podemos descuidar un poco nuestras finanzas.
Al preferir comodidad por sobre el ahorro, los mantenimientos del hogar y vehículos son desplazados de nuestras prioridades.
De esta manera, la falta de seguimiento a los números rojos en nuestra cuenta bancaria podría generar un desorden en la salud de nuestras finanzas.
El gasto vampiro, fantasma y hormiga son fugas de nuestros bolsillos y es imprescindible controlarlos para tener una sana administración financiera.
¿Qué son los gastos vampiro, fantasma y hormiga?
Primero lo primero, estos gastos son fugas de nuestro presupuesto, es decir, son pequeños pagos que realizamos que aumentan en la cuenta final del mes.
El consumo vampiro es un gasto imperceptible, como un decodificador, un televisor Smart, todos los artículos que se programan, gastan cuando no están en uso.
Este puede ser la luz roja de un televisor, el funcionamiento de los decodificadores, microondas, lámparas programadas, relojes, entre otros.
Los gastos vampiros, se asocian a casi siempre a tus servicios básicos, como luz, agua e internet, pero también a gastos de mantención y reparación del hogar o del vehículo, cuando postergas la revisión de algún desperfecto y el arreglo cuesta más que cuando el problema empezó.
Por ejemplo: gastos relacionados a fugas de agua, gas, mal uso de electrodomésticos o problemas con las instalaciones de luz.
Mientras que los gastos fantasmas son precisamente lo que no recordamos, esos en los que llegan y nadie sabe ni cómo ni cuándo se pactaron.
Estos gastos están adheridos a tu tarjeta de crédito o de débito. Se descuentan de tus ingresos de manera automática.
Por ejemplo, tasas de mantención, suscripciones a servicios, membresías, gym, entre otros.
Finalmente, los gastos hormiga son aquellos que son tan imperceptibles como un insecto pequeñísimo.
Hablamos de las compras muy pequeñas, tales como un antojo, comidas fuera de casa, un cafecito, propinas, servicios de transporte y otros.
La frase “para eso trabajo” si tiene un costo y ese es el gasto hormiga, puedes identificar cuántas hormigas cargan de a poco con tus ahorros lo mejor es guardar las facturas de menor consumo, o anotar cada uno de los egresos más pequeños y así descubrir el monto final de tus gastos hormiga.
En resumen:
Los gastos vampiros, son “Gastos que haces, pero no los esperas”.
Los gastos fantasmas, son “Gastos que haces, pero no los ves”.
Los gastos hormiga, son “Gastos que haces, pero no los cuentas”.
Recomendaciones
Planificar tus gastos, ahorrar y tener fondos de emergencia son siempre medidas saludables para cualquier economía personal.
Es positivo racionar tus ingresos y adecuar tus compromisos financieros para no exceder tu carga mensual.
Para el consumo vampiro, Conadecus recomienda controlar los servicios básicos y detectar alzas en el consumo, puede que más de un artefacto enchufado aumente de forma innecesaria tu consumo.
Mientras que, para el gasto fantasma, se recomienda realizar constantes evaluaciones a los servicios contratados y cuestionar su necesidad para cada mes.
Finalmente, para el gasto hormiga se recomienda siempre tener presente que los antojos deben ser esporádicos, tanto por tu salud física, como la financiera.
Cuidemos juntos nuestra rutina, con ella podremos minimizar nuestros gastos y acomodarnos a nuestros ingresos.