Terminar con el hambre es una meta que se ha trabajado durante décadas: lograr la seguridad alimentaria, la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible, son parte de los objetivos de la esta causa.
¿Por qué?
Es una problemática que obstaculiza el desarrollo sostenible de las naciones, el hambre extrema y la mala nutrición afecta directamente a la calidad humana, hacen que las personas sean menos productivas y más propensas a sufrir enfermedades, atacando sus ingresos y no poder mejorar sus medios de vida.
Hay casi 800 millones de personas que padecen hambre en todo el mundo, la gran mayoría en los países en desarrollo.
Con alimentos suficientes para dar de comer a todos los habitantes del planeta, ¿por qué hay tantas personas que pasan hambre?
La escasez de alimentos se debe a las malas prácticas de recolección y el desperdicio, mal uso y distribución.
Las guerras también han afectado negativamente a la disponibilidad de alimentos y han provocado la destrucción del medio ambiente, que es fundamental para cultivar alimentos.
¿Por qué debería importarme?
Todos necesitamos alimentarnos es una necesidad básica para nuestra existencia, que sean seguros y nutritivos es muy importante para nuestro desarrollo humano.
La superación del hambre influye positivamente en la economía, salud, educación, igualdad y el desarrollo social de las naciones.
Se vuelve una pieza clave para la construcción de un mundo con mejores capacidades, con la existencia del hambre, se vuelve difícil cumplir con los otros Objetivos de Desarrollo Sostenible.
¿Cuánto costará lograr este objetivo?
Se necesita $267.000 millones de dólares más al año, para terminar con el hambre en el mundo en 2030.
Este dinero es necesario invertirlo en las zonas rurales y urbanas, para mejorar la protección social, en consecuencia, los ciudadanos más pobres puedan tener acceso alimentos y una mejor calidad de vida.
¿Qué podemos hacer para ayudar?
Primero es necesario hacer cambios en nuestros hábitos de la vida cotidiana, apoyar a la economía local (pequeños o medianos agricultores y mercados locales).
Tomar decisiones sostenibles sobre la alimentación, una buena nutrición y luchar contra el desperdicio de alimentos.
Podemos utilizar nuestro poder cívico, como consumidores y votantes, exigiendo a las empresas y gobiernos hacerse cargo de esta problemática.
Participar de la discusión en redes sociales o nuestras comunidades locales, para un mejor futuro para todos.