Horacio Soler R.
Debido a que el Gobierno va a presentar un proyecto de “Reforma Tributaria” para financiar la “Reforma Educacional”, se han escuchado últimamente las más diversas opiniones sobre el tema, algunas planteadas con cierta soberbia, tratando de analizar las falacias que en la discusión de este tema podrían aparecer.
Conadecus ha venido impulsando desde hace ya varios años un IVA diferenciado por considerar que es una necesidad para avanzar a una mayor equidad. El IVA único es muy regresivo a las personas de menores ingresos, el 100% de sus ingresos terminan pagando este impuesto y los con ingresos más altos y con poder de ahorro no lo hacen. Los quintiles de menores ingresos destinan a alimentación más del 60% de sus ingresos y el con más alto ,sólo el 17%.
Esta es una de las razones por las que Conadecus impulsa un IVA diferenciado, que tenga tarifas bajas para los productos esenciales y altas para los suntuarios. Así es como funcionan en toda la Unión Europea, salvo Dinamarca, y en todos los países Latinoamericanos con excepción de Uruguay y Chile. el IVA diferenciado existe en países de distinto color político, como por ejemplo Francia con un IVA que se mueve entre el 2,1% y el 19,6%; o como Suecia que fluctúa entre el 6% y el 25%. Es una afirmación falaz sostener que quienes proponen un IVA diferenciado constituye una “ demagogia popular”.
La propuesta de Conadecus es volver a un IVA diferenciado, tal como existió en Chile entre 1956 y 1974. La propuesta es la siguiente:
Nivel Productos IVA
1 Pan, Verduras y Frutas Frescas 5%
2 Alimentos en General, Medicinas, Libros y Útiles Escolares 10%
3 Artículos de Uso Normal en el Hogar 20%
4 Suntuarios 25%
Al incrementar los Artículos de Uso Normal a 20% y subir el impuesto a los suntuarios a 25%, se compensa, en gran medida, la pérdida de ingresos provocada por la disminución de artículos esenciales. Si aún existiera alguna diferencia, ésta debe ser compensada con incrementos a la renta de las empresas y/o de las personas.
Este cambio contribuye de forma directa a una mejor distribución de la renta y ayuda en forma directa a mejorar la situación de ingreso de las familias de menores recursos.
Es una propuesta general, cuyo detalle debe definirse con participación de especialistas tributarios y representantes ciudadanos, para lograr un impuesto que ayude a avanzar hacia una mayor equidad.
