El caso de colusión entre CMPC y la sueca SCA (ex Pisa) en el mercado del tissue provocó un sismo en la agenda pública, pero también abrió un flanco en la institución que deberá fijar las sanciones contra los responsables del cartel de precios que denunció la Fiscalía Nacional Económica (FNE).
Y es que hoy el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) navega por aguas movedizas y no sólo porque su presidente, Tomás Menchaca, debió inhabilitarse de la causa por conflicto de interés, ya que en el pasado asesoró a un competidor de las cuestionadas empresas. Su abstención dio curso a un tema que, hasta ahora, el gobierno mantenía en reserva, porque la tarea no compete directamente a sus autoridades: la búsqueda de un nuevo titular para el TDLC a partir de mayo próximo, cuando el actual deje el organismo tras 12 años de ejercicio.
Encontrar al reemplazante de Menchaca, sin embargo, no se ve fácil para el Poder Judicial. Por primera vez, deberá buscar candidatos que se consideren o califiquen casi como inocuos en materia de conflictos de interés, a fin de evitar un capítulo como el que hoy tiene a Menchaca fuera de este caso de colusión. La calificación que impone la norma actual, según el ar- tículo sexto del Decreto Ley N° 211, es que los postulantes al cargo deberán tener una “destacada actividad profesional o académica especializada en materia de libre competencia o en derecho comercial o económico”, y también deben acreditar “a lo menos” 10 años de ejercicio profesional.
Pero en esta ocasión el escenario se complicará aún más para la Corte Suprema. Esto, dado que la nueva ley de competencia -cuyo proyecto de ley entró al Congreso el 16 de marzo de este año- está pronta a su aprobación y su redacción impone una nueva condición a los postulantes: la dedicación exclusiva en el cargo. Tal requisito significa, precisan en el Ejecutivo, que el nuevo presidente y también los restantes cuatro integrantes del TDLC tendrán dedicación exclusiva para la institución, impidiéndole prestar servicios a personas naturales o jurídicas y sólo permitiéndoles hasta 12 horas semanales para actividades docentes, al igual que al resto de los jueces del país.
El gobierno reconoce lo complejo que podría llegar a ser el proceso. “En este caso, por cierto, es una tarea delicada la búsqueda de un candidato”, dijo el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, al ser consultado (ver entrevista).
La búsqueda
La normativa vigente señala que la Corte Suprema deberá definir una quina de abogados -previo concurso público- que luego debe presentar al Presidente de la República para que elija y nombre al nuevo jefe del tribunal de la competencia.
Los plazos son largos, pues el concurso se abrirá en marzo próximo, pero fuentes del comité político-que se reúne los lunes en La Moneda- señalan que ya existe preocupación por cómo se realice el proceso.
También admiten que hay cierta reticencia, porque no quieren que esta nominación sea cuestionada o se complejice, como pasó con el rechazo del Congreso a la propuesta de la Presidenta Bachelet de nombrar a Enrique Rajevic como contralor general de la República o la cuestionada aprobación que dio a Jorge Abbott para asumir como nuevo fiscal nacional.
Por eso, reconocen las mismas fuentes, una de las opciones que ha ido cobrando fuerza en la administración Bachelet es que en el concurso público que abrirá el máximo tribunal se postule el actual integrante del TDLC Enrique Vergara, de larga experiencia en la materia: fue fiscal nacional económico entre 2006 y 2010, nombrado por la Presidenta Bachelet, y ya lleva tres años en el tribunal. A lo que se suma que haya sido elegido para hacerse cargo del caso de colusión del papel tissue en reemplazo de Menchaca.
¿El más idóneo?
En el organismo, Vergara es considerado un “buen candidato” para suceder a Menchaca. Si bien el tema no se ha conversado al interior del tribunal, entre sus integrantes saben que presentarse al concurso que abrirá la Corte Suprema es una posibilidad que el ex fiscal estaría analizando.
Vergara, abogado de la Universidad Diego Portales y máster en Estudios Europeos de la Universidad Autónoma de Barcelona, tiene una larga trayectoria en materia de libre competencia. Antes de liderar la FNE fue subfiscal nacional y ejerció como presidente suplente de la Comisión Preventiva Central (organismo que antecedió al TDLC). Además, participó en la elaboración y tramitación de la Ley 19.911, que creó el tribunal antimonopolios.
Esa experiencia hace que para el mercado también sea una buena opción como sucesor de Menchaca, quien por ley ya no puede volver a postularse para dirigir el TDLC. “Es la persona que cumple con todos los requisitos necesarios para liderar el tribunal. Es un excelente profesional”, afirma el ex integrante del organismo y actual socio de Aninat Schwencke & Cía., Javier Veloso.
Igual piensa Eduardo Jara, presidente del TDLC en el período mayo 2004-2010. “Es presumible que Vergara pueda ser un candidato, él tiene una buena evaluación”, dice.
Un tema no menor y que también es considerado por el gobierno es su cercanía con sectores tradicionales de la Nueva Mayoría. Trabajó como asesor y jefe de gabinete de José de Gregorio cuando fue ministro de Economía, Minería y Energía en 2000-2001. Y siguió cuando llegó a la cartera Jorge Rodríguez Grossi, hasta 2003.
Llegada en pleno proceso
El nuevo titular del TDLC llegará en medio del proceso de establecimiento de pruebas en el caso por colusión del papel.
El tribunal la semana pasada comenzó a tratar el tema oficialmente, tras terminar con las extensas audiencias por el caso Transbank y también porque recién finalizó el proceso de notificación a CMPC y a SCA.
Pero no será el primer cambio en el organismo en medio de un caso emblemático: Menchaca asumió en medio de la investigación del caso farmacias. “La legislación funciona bien. Se notó en esa oportunidad, por lo que no debería haber problemas cuando llegue el nuevo presidente”, sostiene Veloso.
“El nivel del profesional que postula a estos cargos es de una alta preparación. No se llega de la calle a seguir un caso como este”, acota Jara. Eso, de hecho, podría significar alguna ventaja para Vergara, porque ya lidera en la causa del tissue.
Respecto de los plazos, en el TDLC y en el mercado comentan que la investigación no tomaría mucho tiempo. En el tribunal estiman un año como máximo. “Cuando las empresas involucradas deciden cooperar, hacen que el proceso sea más corto y que el tribunal disponga de mejores pruebas, por lo que este caso será de rápido desarrollo”, concluye Veloso.
Fuente: LaTercera
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21 Nov 2024