La Confederación de Sindicatos de Trabajadores Bancarios realiza una campaña para cambiar el sistema de AFP, de capitalización individual, por uno solidario. Afirman que las injusticias se han agudizado debido a las pérdidas millonarias en la especulación bursátil.
La Confederación de Sindicatos de Trabajadores Bancarios sigue denunciando las, según dicen, injusticias del actual sistema de AFP, en que están incluidos más de siete millones de personas actualmente y donde la pensión promedio es de sólo 176 mil pesos. Esto, a través de la campaña “En la búsqueda de una nueva previsión. No más AFP”.
A las críticas permanentes al actual modelo, el gremio denuncia que, en un año en la bolsa, los fondos de pensiones perdieron más de 18 mil millones de pesos, lo que equivale a 800 mil viviendas de mil UF.
La organización advierte que, para jubilar con una cifra cercana a los 480 mil pesos, los hombres deben tener ahorrado en sus cuentas individuales cerca de 100 millones de pesos y las mujeres 120, lo que es prácticamente inalcanzable.
Luis Mesina, secretario general de la confederación, criticó que mientras los cotizantes siguen perdiendo su dinero, los dueños de las administradoras siguen enriqueciéndose a costa del manejo deficitario de los fondos, por lo que es necesario que la sociedad se aglutine para revertir la actual situación.
Respecto de la propuesta de crear una AFP estatal, como han postulado algunos sectores, Mesina señaló que es contrario a la idea, ya que el rechazo es al régimen de capitalización individual y cambiar de propietario no implica alterar la filosofía que inspira un sistema creado en dictadura sin discusión de los trabajadores.
Además, el dirigente gremial enfatizó que una entidad estatal mantendría una lógica de cuoteos políticos y no daría garantías de pagar pensiones decentes, tal como ocurre con Banco Estado en el sistema financiero, que cumple el mismo rol de los privados al entregar créditos a un costo usurero.
Por ello Mesina sostuvo que “nosotros queremos un régimen de seguridad social que cubra integralmente al trabajador en su vida activa y pasiva. Eso comprende la salud y las enfermedades profesionales derivadas del mundo del trabajo. En consecuencia, necesitamos un sistema que obligue a los empleadores a hacer un aporte patronal mes a mes como era en el pasado y como ocurre en la gran mayoría de países desarrollados. No es posible que los empleadores se desentiendan de la obligación que les cabe respecto de la seguridad del trabajador”.
Luis Mesina reiteró también el llamado a los cotizantes a refugiarse en el Fondo E, como medida transitoria, para tener un menor impacto en la especulación financiera, al tratarse del único fondo sin pérdidas en los últimos 12 meses, y no hacer caso a los ejecutivos y personeros de Gobierno que aseguran que cambiarse es asumir la pérdida.
Por su parte, Esteban Maturana, dirigente de la Confederación Nacional de Funcionarios de Salud Municipalizada, Confusam, manifestó su apoyo a un sistema solidario como existió en los tiempos del INP y que ahora sólo se mantiene en las Fuerzas Armadas.
Maturana sostuvo que las administradoras de pensiones buscan el lucro, por lo que es urgente encontrar una alternativa justa, en conjunto con otras organizaciones, “paralizando el país si fuese necesario”.
En tanto Felipe Ramírez, secretario ejecutivo de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), aseguró que apoyan la recolección de firmas para la búsqueda de un nuevo sistema, debido a los impactos negativos del actual: “Principalmente la mercantilización de los fondos de pensiones, hoy día la entrega a empresas privadas del control de las previsiones del país, hipoteca el futuro de los trabajadores chilenos con el solo objetivo de que las compañías puedan maximizar las ganancias. Es importante recalcar que luego de las enormes pérdidas que han tenido los fondos de pensiones los últimos años durante la crisis, los empresarios detrás del negocio no han perdido ni un solo peso, sólo salen perjudicados los trabajadores”, subrayó.
Los gremios pretenden reunir más de 30 mil firmas para presentar un proyecto alternativo, tanto en universidades como en la Plaza de Armas cada jueves de 18 a 20 horas.