En un año afectado por la desaceleración económica, la banca tiene la difícil misión de seguir creciendo. En general, las estimaciones anuales de ese sector apuntan a doblegar el crecimiento del PIB –que este año sería en torno al 2,6%, según la última encuesta del Banco Central–, pero en un contexto como este algunos actores buscan ciertos atajos.
Ese sería el caso del Banco de Chile que, con una participación de mercado cercana al 20%, tendría serias posibilidades de seguir creciendo inorgánicamente en el país, pues en el mercado se da por hecho que la cartera comercial de Banco Penta será suya.
Una operación inteligente para ambas partes. Mientras Penta opta por maximizar su rentabilidad vendiendo su negocio por partes, el Chile crece en tamaño de mercado a través de una transacción simple y libre de la carga regulatoria que pesa para las fusiones y adquisiciones en esta industria. Con la absorción de la cartera de Penta, el banco crecería desde de un 17,6% a un 18,1% en la torta de colocaciones, acercándose al 18,4% de Santander, según cifras a mayo de este año.
Este tipo de transacciones no requiere la aprobación del regulador, como sí lo sería la compra de un banco. Según la Recopilación Actualizada de Normas de la Sbif, solo la cesión de una cartera entre partes relacionadas requeriría la autorización del regulador. Sin embargo, en este caso se trata de compañías distintas y que están sujetas a una misma fiscalización.
Así es como para la concreción de una operación como esta, que supone el traspaso de más de $600 mil millones en créditos (unos US$1.000 millones), solo es necesario el envío de cierta información a la Sbif, como son los nombres de quien compra y el cesionario, la fecha, identificación de los deudores, valor de los créditos con sus respectivos vencimientos y provisiones, y el valor obtenido por los créditos cedidos. El banco cesionario tiene que informarles de la operación a sus respectivos clientes.
“Una transacción bancaria puede demorarse mucho. La operación entre Scotiabank y Cencosud tomó tiempo (al ser Cencosud una entidad no fiscalizada por la Sbif, solo como emisor de tarjetas de crédito), al igual que la de ILC y Banco Internacional. En cambio, una transacción de cartera es algo que se puede finiquitar en 90 días, sin el riesgo de tener que pasar por aprobaciones”, sostiene un ejecutivo bancario.
Lo anterior, sin considerar el interés que tendría la Sbif por que se materialice la venta de Banco Penta. Su titular, Eric Parrado, ha reconocido el riesgo reputacional que supone la situación judicial de sus dueños –Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín– y ha venido monitoreando permanentemente la situación de dicha entidad, lo cual podría ser un factor para agilizar los trámites entre el Banco de Chile y Penta.
¿Riesgo FNE?
El tamaño de mercado del Chile tiene a sus ejecutivos conscientes de la dificultad de crecer inorgánicamente en el país. Sin embargo, la compra de la cartera de Penta no supondría un riesgo frente a las autoridades de Libre Competencia.
El banco de Luksic tiene un 17,6% de participación de mercado gracias a colocaciones que a mayo alcanzan los US$36.251 millones; la cartera de Penta a la misma fecha equivale a US$977,1 millones.
“No hay que perder de vista que Penta es un banco de nicho”, dice Hugo Caneo, director del Centro de Gobiernos Corporativos de la Universidad de Chile y abogado experto en regulación de valores y de bancos, aunque advierte que “mientras el foco regulatorio de la Sbif pasa por la estabilidad y solvencia de los bancos, para la FNE es que existan condiciones de libre competencia. Bajo ese respecto, quizás podría haber una diferencia de criterio entre ambas autoridades”.
En todo caso, en línea con la visión de Caneo, en la industria bancaria descartan que un nuevo crecimiento inorgánico del Chile alerte a las autoridades de Libre Competencia. No hubo problemas cuando hace menos de un año el banco de los Luksic se hizo de un stock de créditos de empresas de Corpbanca por más de US$600 millones.
Penta espera al mejor postor: sin pausa, pero sin prisa
La holgada situación de liquidez de Banco Penta tiene a sus ejecutivos negociando con el objetivo de rentabilizar al máximo cada una de sus líneas de negocio.
Si bien desde principios de año que JP Morgan viene trabajando en la venta del banco de “los Carlos”, esta operación se ha demorado porque la administración de liquidez de la entidad fue suficientemente conservadora para no tener que estar apurados. “Si hubiesen estado financiados solo con depósitos y carteras de crédito, habría sido otra la situación. Cerca de US$1.000 millones en activos líquidos se fueron administrando de a poco frente a aquellos depositantes que no quisieron ir renovando”. Eso facilitó la posición del banco para negociar con calma, dicen ejecutivos de la industria bancaria.
Hasta la fecha, no se ha concretado la adquisición del Banco de Chile por la cartera de Penta, sin embargo, conocedores de la operación estiman que la cesión sería por un valor cercano al 100%, principalmente por la calidad de los créditos. En el mercado se especula que habría un descuento de 5%, pero cercanos al banco advierten que dicho valor es demasiado.
De esta forma, el banco iría vendiéndose por partes. Su valor libro oscila en torno a los US$360 millones, gracias a la inyección de capital de $70 mil millones que este año hicieron sus socios. A este capital habría que sumar el valor de la licencia bancaria, el cual no figura en sus libros. Su atractivo es que cualquier entidad interesada se puede ahorrar tiempo adquiriéndola, considerando los plazos de tramitaciones que existen para quien solicita una licencia a la Sbif. Sin embargo, no tiene un valor de mercado, por tanto, se la lleva el mejor postor en la medida que satisfaga la expectativa del vendedor.
Eso sería una parte, lo otro es la banca privada. Penta tiene activos bajo administración que superan los US$1.000 millones. Bajo este paraguas están la corredora de bolsa y la administradora de fondos. Este activo está compuesto por inversionistas que son en general personas naturales y no coincidirían con las empresas con cuenta corriente en Penta.
Fuente: ElMostrador
La defensa de los grupos empresariales: presentan los “riesgos” de la regulación de conglomerados financieros
consumidores
13 Nov 2024