Noticia | 17 Noviembre 2015

¿Libre Mercado o Asociación De Carteles de Grandes Grupos?

confortdolarTras los últimos casos de colusión que han golpeado a los consumidores chilenos, un grupo de seis expertos en la materia desmenuzaron la realidad del mercado en nuestro país.
Profundas consecuencias y gran molestia está generando en la opinión pública el bullado caso de la colusión en el negocio del papel tissue, el que por una década establecieron Empresas CMPC y SCA (ex pisa), pues este acuerdo de precios apuntó a productos de primera necesidad, los que no tienen sustitutos. Y es en este contexto, que seis expertos en temas de libre competencia desmenuzaron en ESTRATEGIA la realidad del mercado chileno.
En opinión de Hernán Calderón, presidente de Conadecus, el mercado chileno está absolutamente cartelizado. “Lo grave es que cada día aumenta la cartelización, pues a través de fusiones y adquisiciones el mercado se ha ido concentrando en dos o tres manos en la mayoría de las actividades económicas del país. Ello le está haciendo un enorme daño a los consumidores, pero también a las empresas, pues las colusiones tienen que ver con que el gran empresariado tiene principios rentistas de corto plazo y no busca el bien del país, sino que prefieran la rentabilidad rápida. Ese es el mayor problema de nuestra economía”.
Respecto al comportamiento que tienen los ejecutivos y grandes empresarios en los casos que atentan contra la libre competencia, Calderón sostiene que “la ética no ha sido el fuerte en su formación. Pero además, los administradores están presionados por los dueños para obtener rentabilidades, y como algunos de ellos -y también diversos controladores- no tienen principios, suceden estos casos de colusión. Y en ese sentido, los bonos por rentabilidad se convierten en incentivos perversos para que ocurran estos delitos”.
Pero el representante de los consumidores fue más allá en su diagnóstico y aseguró que “uno de los objetivos que tiene el gran empresariado es sacar de la competencia a los pequeños actores, obtener una posición dominante para controlar a los mercados, y con eso generar rentabilidades de corto plazo. Los ejecutivos aceptan este tipo de prácticas, pues como dije tienen problemas de ética y de falta de principios, lo que los lleva a generar los retornos que les pide el controlador a cualquier costo. Y en ese sentido, creo que los mueve la codicia y por ello no tienen límites, pues no se conforman con rentabilidades normales, sino que siempre quieren más y más”.
En relación a la falta de respeto por las leyes, Calderón sostiene que tiene que ver con “la debilidad de la legislación, pues las sanciones son muy menores en relación a los daños que se causan. En Chile por años las grandes empresas han practicado la depredación de las pequeñas empresas, teniendo una conducta que se puede catalogar de mafiosa, porque claramente se atemoriza a las pymes. Por ejemplo, en el caso de los buses había conductas sicilianas, y hoy día vemos en la colusión del papel una sofisticación que nunca habíamos conocido. Esto me lleva a pensar, que son prácticas entronizadas en el gran empresariado, y que la verdad no creen en la libre competencia”.
Para el diputado (DC) Gabriel Silber el tamaño pequeño de nuestra economía es también el “caldo de cultivo” preciso para que ocurran delitos como la colusión. “Tenemos una pequeña y mediana empresa poco desarrollada, con mercados concentrados, y un marco regulatorio muy débil. Los que defendemos el libre mercado tenemos que entender que una buena legislación promoverá la participación de más actores, de pymes más sólidas, lo que finalmente traerá beneficios para los consumidores”.
Y en ese sentido, el parlamentario afirma que el mejor antídoto para la falta de ética, tanto pública como privada, “es tener instituciones fuertes, con una regulación que sancione efectivamente prácticas como la colusión. En países como Estados Unidos el caso Madoff, personaje que atentó contra el mercado, terminó pagando con varias cadenas perpetuas, y no vamos a decir que los estadounidenses son estatistas. Y en materia de colusión tienen la pena de cárcel hace muchos años, y por lo tanto es muy ingenuo pensar que en Chile con mayor formación ética de nuestra clase empresarial, o con autorregulación, se van a terminar estas prácticas. De hecho, es cándido pensar que las clases de ética a las que fueron condenados ejecutivos de las farmacias coludidas, iban a tener algún efecto disuasivo”.
Limites a Cuotas de Mercado
Pero el diputado también sostiene que las autoridades –gobiernos y Parlamento- también somos grandes responsables de lo que ocurre en términos de atentados contra la libre competencia. “No hemos reaccionado a tiempo, no hemos generado cambios institucionales, con un marco regulatorio que sea capaz de frenar este tipo de prácticas. Debemos apuntar a una legislación que limite las cuotas de mercado, pues en otros países más liberales que Chile, cuando una determinada empresa alcanza cierta participación la ley la obliga a fragmentarse o dividirse”.
El abogado Mauricio Daza –que es querellante en emblemáticos casos como el Cascadas – estima que “la conducta colusiva, es habitual y se arrastra desde hace mucho tiempo. El tema es que sólo desde hace pocos años está saliendo a la luz pública la existencia de carteles y la forma abusiva en que operan. Estamos frente a un escenario que da cuenta que los principios de la libre competencia, y de una economía de mercado, en Chile simplemente no existen y son sólo un mero espejismo. Los principales mercados de nuestra economía están controlados desde hace largo tiempo por oligopolios hiperconcentrados y ejercen esta posición dominante de una forma absolutamente abusiva”.
Y en ese aspecto, el abogado afirma que “los dueños y los ejecutivos de los grandes grupos económicos, se han beneficiado por décadas de la concentración y de una legislación que es absolutamente débil para reprimir este tipo de actos (colusión). Además, con la complacencia de un poder político que también está concentrado, pues permite que sólo algunos partidos políticos puedan acceder a cargos de poder. De hecho, como una importante cantidad de parlamentarios y partidos políticos estaban siendo financiados por grupos económicos, obviamente nos encontramos frente a un círculo perfecto para poder aprovechar un escenario para cometer este tipo de actos colusivos”.
¿Matonaje?
En todo caso, Daza está convencido de que el problema que afecta a nuestros mercados tiene raíces más profundas y complejas. “El gran empresariado chileno, y los ejecutivos de sus compañías, no creen en el libre mercado, sino que apuestan por escenarios oligopólicos. Ejemplo de ello, es la reacción que ha tenido parte del empresariado con el cartel del papel tissue, pues muchos empresarios han reaccionado para justificar lo sucedido. Con ello, podemos concluir que no vivimos en una economía de libre mercado, sino que en una asociación de carteles de grandes grupos económicos, donde ellos imponen las condiciones a los demás actores. Por lo tanto, estamos frente a una economía hipercartelizada en la cual se impide que puedan ingresar nuevos actores a competir. Así, no se aprecia una excelencia empresarial en cuanto a una gestión eficiente, sino que existe un matonaje que elimina la competencia en los diferentes mercados”.
María Elina Cruz, directora del Centro de Libre Competencia de la Universidad Católica, tiene una visión diferente, pues no cree que las prácticas contra la competencia sean algo ajeno a las economías con mercados más desconcentrados. “Yo creo que hay libre competencia en Chile, pero en realidad no sabemos cuántos carteles hay porque son difíciles de pesquisarlos. De hecho, en una economía de mercado siempre se cometerán delitos, no es algo raro. Lo que más me preocupa es que producto de las reacciones que han ocurrido con el caso papel tissue, nadie va a estar dispuesto a autodenunciarse”.
Respecto a la situación de otros mercados, la experta sostiene que en otros países con economías más desconcentradas “se conoce la existencia de carteles dos o tres veces al mes. De hecho, hace unos meses se supo que cinco de los bancos más grandes del mundo se pusieron de acuerdo para fijar la tasa de cambio entre el euro y el dólar, lo que es súper grave y además lo hicieron por diez años. Entonces más allá de la concentración, los riesgos de colusión están en la comunicación que establecen las personas”.
En ese sentido, Cruz afirma que “más allá del Caso Pollos, en donde las empresas se coludieron a través del gremio que las agrupaba, como en Chile los lazos y las relaciones sociales entre las personas son muy fuertes, las colusiones se producen como lo ocurrido con el tissue, pues partió en el Club de Golf Las Brisas de Chicureo. Los empresarios y ejecutivos van a los mismos matrimonios, los mismos, clubes, etc. Entonces, de alguna forma los competidores se van a juntar y ello a nivel de las regiones es mucho más probable que suceda porque son ciudades mucho más chicas, con empresas dominantes mucho más fuertes. Por eso algunos proponen dar un premio a los que se autodenuncien, en el sentido de facilitarles la salida a otro país para no que sufran el castigo de una sociedad en que todos se conocen”.
Pero en opinión de Rodrigo Rivera, abogado experto en libre competencia y que además trabajó por once años en la SVS, la situación de los mercado en Chile es bastante compleja. “En Chile se da un fenómeno de concentración brutal, pues técnicamente en nuestro país no hay libre competencia, porque no hay actores suficientes como para generarla. Tenemos las condiciones más fértiles para crear oligopolios, lo que posibilita que pocos actores se pongan de acuerdo para realizar actos que atentan contra libre competencia, específicamente actos colusivos en materia de: precios, en cuotas de mercado, en distribución de los mercados y en fijación de cuotas de producción”.
Todos “Amigos”
En cuanto a quienes atentan contra la libre competencia, el abogado sostiene que “tengo la impresión que la necesidad de algunos ejecutivos de obtener números azules en sus empresas los lleva a pasar la frontera de lo ético. Se trata de gente muy preparada, con estudios en el extranjero y que estudiaron en las mejores universidades de Chile, pero tienen una falencia en la ética. Como el mercado es muy chico en Chile, se trata personas que se conocen de toda la vida, pero tratan de mantener la formalidad, y de esa forman se resguardan para tener impunidad. Y como tienen vínculos personales muy fuertes más allá de los negocios, este conocimiento favorece los actos colusivos. Pero en cuanto se destapan estos actos, se acaba la amistad, se termina el compañerismo, y cada uno se salva como puede”. Respecto a las clases de ética con que fueron sancionados los ejecutivos de las farmacias, Rivera indicó que sólo fue algo simbólico. “Fue una señal a la población de que a estos señores le falta ética, pero como sanción no tiene ningún efecto real”.
Para Francisco Agüero, director del Centro de Regulación y Competencia (RegCom) de la Universidad de Chile, la situación de los mercados en Chile no escapa a lo que sucede en otras latitudes. “Aquí los mercados operan como en otras economías pequeñas, con poblaciones similares, y por ello es probable que en nuestro país operen carteles globales”.
En cuanto a las causales del surgimiento de carteles en nuestro país, el académico argumenta que una primera razón es el “sistema de incentivos que establecen las empresas para los ejecutivos, los que pueden favorecer las prácticas anticompetitivas. Por otra parte, en Chile hay una cultura mediterránea en donde los acuerdos se mantienen, y en la cual los delatores son personajes deleznables y son considerados traidores, cuando en la realidad lo que están haciendo es colaborar con la investigación. Pero esto también ocurre en mercados más grandes y competitivos que el nuestro, la colusión no es un patrimonio de nuestra economía”.
 
Fuente: Estrategia

Publicado por
Conadecus

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