Uno de cada cinco chilenos usa medicinas complementarias
El shiatsu no es la última comida japonesa que amenaza con destronar al sushi. Es un tratamiento que usa la presión de los dedos para aliviar dolores musculares y estrés. Un ejemplo de la amplia variedad de terapias complementarias que hoy se practica y que, según un estudio desarrollado por el laboratorio Synovate en 17 países, ubica a Chile como el país con el mayor número de demanda por este tipo de medicina: un 21% de los entrevistados reconoce haber acudido a ellas durante los últimos 12 meses.
Esto incluye más de una veintena de procedimientos, como la homeopatía, la acupuntura, el reiki, las terapias florales, la aromaterapia y otras de reciente introducción en el país, como la musicoterapia, masoterapia con piedras calientes y el kobido o masaje facial, entre otras. ¿Es esto una buena señal?.
REGULACION
Dentro de la estrategia de la Organización Mundial de la Salud para fomentar el adecuado uso de estas prácticas, el gobierno inició un proceso para regular estas terapias a través de exámenes que miden los conocimientos de quienes las ofrecen. Dos de ellas ya han sido reconocidas: la acupuntura en 2008 y la homeopatía este año. En camino: las terapias florales y la naturopatía. “Las exigencias de formación para los terapeutas tienen por objetivo proteger la salud de la población”, explica Jaime Sepúlveda, jefe del área de medicinas complementarias del Ministerio de Salud. Sin embargo, su regulación también entrega cierta validez a terapias que han sido cuestionadas en el último tiempo por la ciencia.
En febrero, la Cámara de los Comunes de Gran Bretaña emitió un informe (con apoyo de científicos) que afirma que la homeopatía no es eficaz para el tratamiento de las enfermedades y que la recuperación de algunos pacientes se debería sólo a su creencia en el tratamiento, es decir, al efecto placebo.
Más recientemente, un estudio de la U. de Rochester reveló que la acupuntura sólo servía para aliviar dolores a nivel local, pues las agujas ayudan a liberar adenosina, una sustancia que funciona como analgésico natural en la zona donde se produce el pinchazo.
SOLO AUXILIARES
Pese a la posibilidad de un efecto placebo, Sepúlveda defiende la utilidad de las medicinas complementarias. “Será por placebo, pero si la gente se siente mejor, encuentra mejor calidad de vida, eso en el amplio sentido de la palabra es medicina también, distinta, pero medicina”, afirma. Sin embargo, dice, éstas son complementarias o auxiliares a la medicina tradicional, nunca una alternativa a ella.
Hasta ahora, 250 acupunturistas han aprobado el examen y están certificados por el Minsal. Rodrigo Guajardo, presidente del Colegio de Acupunturistas de Chile, estima que unas 400 personas se dedican a esta actividad en el país. El costo de un tratamiento mensual puede llegar a los 150 mil pesos. Su público se compone, principalmente, de mujeres entre 30 y 45 años, que buscan alivio para problemas como lumbago, dolores de cabeza y articulares.
Más afianzada se encuentra la homeopatía, cuyo mercado crece a un ritmo anual de un 20%. El laboratorio Knop, el más grande del rubro, cuenta con un catálogo de 300 compuestos y produce 250 mil unidades al mes, seguido por el laboratorio Hannemann, con 200 productos de este tipo y una elaboración mensual de 120 mil unidades.
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19 Dic 2024