El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia liberó nuevos documentos en el marco de la acusación por colusión contra los laboratorios Biosano, Fresenius Kabi y Sanderson. Correos electrónicos y transcripciones de escuchas telefónicas dan cuenta de algunas reuniones y acuerdos de precios que habrían utilizado las empresas para coludirse. En paralelo, un comité del Consejo de Defensa del Estado se reunirá la próxima semana para evaluar si presentan una querella contra las compañías.
Roedores y ratas. Así llamaban los ejecutivos de Biosano a sus competidores de Fresenius y Sanderson, los tres laboratorios que fueron acusados de coludirse, entre 1999 y 2013, para ganar las licitaciones de 93 medicamentos genéricos que requería la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast).
El requerimiento contra los laboratorios fue presentado por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) el 3 de agosto pasado ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), organismo que liberó esta semana correos electrónicos y transcripciones de escuchas telefónicas de los ejecutivos. Radio Bío Bío revisó dichos antecedentes y dio cuenta de detalles inéditos del llamado cartel de los laboratorios.
“Bueno, te dejo porque tuve una reunión larga en la mañana y voy a reunirme con el roedor y la rata en el Vasco para retomar las negociaciones”, escribió Claudio Reginato a su hermano Mauricio, el 5 de mayo de 2005 a las 12:43 horas.
Los hermanos Reginato son miembros de la familia controladora del laboratorio Biosano y el mensaje codificado daba cuenta que Claudio sostendría una reunión con ejecutivos de los laboratorios Fresenius Kabi y Sanderson, sus principales competidores, en el Centro Vasco, ubicado en Providencia. En la cita retomarían las “negociaciones” mediante las cuales se habrían puesto de acuerdo para repartirse las licitaciones convocadas por la Cenabast.
El persecutor económico sostuvo en su requerimiento que durante el período analizado, las subastas adjudicadas por Cenabast superaron los $ 24.000 millones y que los tres laboratorios acapararon en torno al 85% de ese monto.
“Las requeridas fijaban los precios de referencia a los que debía postular cada una, con el objeto de afectar los resultados de los distintos procesos de licitación”, dijo la FNE. Por estas y otras razones, el organismo exigió una multa de US$ 15 millones para el laboratorio Sanderson y de US$ 1,7 millón para Fresenius. En tanto, liberó de sanción a Biosano por haberse acogido a la delación compensada.
También detalló que al principio el cartel se reunía en un restaurante cercano al Parque O’higgins. Luego, en 2001, las citas se trasladaron al Centro Vasco. Y, posteriormente, desde 2009 se concretaron en los domicilios particulares de los ejecutivos y en algunos cafés de la capital.
Es decir, el encuentro que le anticipó Claudio Reginato a su hermano con “el roedor y la rata” se realizó durante la segunda fase de las reuniones en las que se habría coordinado el esquema colusorio.
Varios de los antecedentes que revisó este medio tienen los nombres de ejecutivos y laboratorios tarjados. Pero el contenido de las comunicaciones confirma reuniones entre competidores y fijaciones de precios.
El correo que Claudio Reginato le envió ese 5 de mayo de 2005 a su hermano Mauricio, por ejemplo, da cuenta de aquello. En efecto, pues ese mensaje es en respuesta a otro mail que Mauricio le había enviado, a las 12:03 de ese mismo día, en el que le pregunta sobre las reuniones con la competencia.
“Cómo van las reuniones de (nombre tarjado)? Hoy día tuve la reunión con (nombre tarjado) y nos fue súper bien, lo bueno es que ellos quieren las dos partes del mercado, licitaciones, quieren ganar por precio y en el privado están en posición de meterle lucas en conjunto y trabajar ambos mercados con marca (sic)”, escribió Mauricio.
“Mañana voy a (nombre tarjado) pero se cayeron de raja con los precios de mercado y más con los cif que les pedí, de todas maneras creo que podemos llegar a un acuerdo interesante para ambos, ya que sería bueno incluir el resto de los países de Latinoamérica, están súper interesados (sic)”, agregó.
Cuando Claudio Reginato -apuntado por la FNE como uno de los artífices de la colusión- le respondió a su hermano Mauricio a los 40 minutos después, además de mencionarle el encuentro con “el roedor y la rata”, le dijo que “las reuniones de (nombre tarjado) se están programando, yo creo que la próxima semana tendré más noticias (sic)”. Añadió que “ayer converse con Patricio en relación al tema puntual de la venta de sus productos, el lunes vamos a tener una reunión con JC, PS y AS, en esa reunión PC va a presentar un plan para sacar en forma rápida y sostenida los productos (sic)”.
Con o sin roedores
Otro correo liberado por el TDLC esta semana expone que los ejecutivos de Biosano se estaban preparando para participar de una licitación de Cenabast en 2008, pero en esa ocasión no querían incluir a los “roedores”: ejecutivos de Fresenius y Sanderson, los laboratorios competidores.
Cabe precisar que Fresenius adquirió Sanderson el 2008, aunque se mantuvieron ambas razones sociales.
“Por favor revisar propuesta Cenabast para el lunes 31. Propongo sin ratones”, le indicó Jorge Rojas a Maurizio Reginato, por medio de un correo, el viernes 28 de marzo de ese año a las 9:48 horas.
“Jorge, en la última reunión con el Gte General, quedamos que se trabajaría siempre con los costos (nombre tarjado) actuales (año 2005) no más con los costos (nombre tarjado), prepara la tabla con los costos (nombre tarjado) y preséntale tu nueva ppta (propuesta) a Claudio, yo estoy de acuerdo de no hablar con los ratones (sic)”, replicó Reginato a Rojas, a las 11:25 horas, con copia a su hermano Claudio.
A los pocos minutos Rojas le dijo que él no trabajaba con cierto tipo de costos. Entonces, a las 11:45 horas, Maurizio Reginato le respondió: “Ok, convérsalo con Claudio para que vean cómo vamos. Yo propongo ir agresivo, pero marginado. Cuéntame el lunes cómo les va con el corrupto de D. López, suerte! (sic)”.
Sin embargo, un correo de 2011 expone que -en ese tiempo- los ejecutivos de Biosano se estaban reuniendo con sus pares de Fresenius y Sanderson.
Luis Felipe Giraldo, ejecutivo de Sicmafarma, una filial de Biosano, le envió un mensaje a Mauricio Reginato el miércoles 5 de enero de 2011. En él, le señaló que había una mujer interesada en trabajar como vendedora para la empresa.
“Esto lo hablamos el viernes. Acuérdate reunión viernes 6.15 pm con roedores en starbucks (sic)”, fue la respuesta de Reginato ese mismo día.
Cabe recordar que el día en que la FNE presentó el requerimiento contra los tres laboratorios, Biosano envió un comunicado en el que explicó que se vio forzado a coludirse. “De no haberse sumado a esos acuerdos, Biosano se exponía a ser sometido a una ‘guerra de precios’ en su contra hasta ser eliminados del mercado, situación que el laboratorio no podía resistir ante su feble situación financiera de aquella época”, argumentó.
El factor precios
Algunos documentos liberados por el Tribunal revelan que los laboratorios manejaban los precios a los que se presentarían sus competidores en las subastas convocadas por la Cenebast.
De hecho, un correo enviado el 19 de febrero de 2007 por Irene Morales, subgerente de compras institucionales de Sanderson, a Pedro Pablo Echeverría, en ese entonces gerente comercial de ese laboratorio, demuestra lo anterior. “Cuando le ofrecí a B el fenoterol ellos estaban tan agradecidos que me dijeron que en este producto se presentarían a $ 352”, le dijo Morales a Echeverría, quien actualmente se desempeña en Fresenius como director comercial.
La FNE había señalado algo similar en esta línea al presentar su acusación. “Se detallaban las licitaciones convocadas por Cenabast, los medicamentos requeridos, la cantidad y presentación solicitada, información usada para definir quien se adjudicaría los medicamentos, en que eran competidores. En las planillas anotaban la oferta que debía hacer la ganadora, y algunas veces hasta el precio de referencia para el perdedor”, dijo en esa oportunidad.
Otros documentos que liberó el TDLC corresponden a transcripciones de cinco escuchas telefónicas sostenidas por Mariano Ojeda, exgerente general de Fresenius Kabi Chile, con diferentes personas de las que sólo aparece su nombre de pila. Según dijo la compañía a este medio, las personas con las que interactúa Ojeda en esas conversaciones formaban parte del personal interno del grupo Fresenius.
En una de las transcripciones, un ejecutivo de nombre Nelson le planteó a Ojeda -no se informa fecha ni lugar- que “tú nos ibas a vender al mismo precio de que Kabi nos ofrecía acá en Chile. Esa fue la lectura que yo hice del acuerdo, no es cierto, que se hizo”. Añadió que en el 2012 la fluctuación del dólar generó una diferencia a su favor.
El exgerente general de Fresenius le respondió que “yo lo conversé con Alan, que es mi jefe, y le dije, mira está esta situación, a vos qué te parece, qué crees que deberíamos hacer. Dijo ‘mira Mariano, el precio acordado no cambia, eso está claro, es el precio que tenía (nombre tarjado) en ese momento (sic)”.
Más adelante, Mariano Ojeda le comentó a Nelson que “entonces, le dije, mira salvo que realmente sean números significativos, yo preferiría no abrir este tema, y mantener fijo el precio hasta que las condiciones realmente cambien, digamos (…) Y no le di muchas más vueltas en el tema en el sentido de decir, cierto, hay gastos para arriba, gastos para abajo, pero las discusiones entre Kabi y (nombre tarjado) que ha habido no son muy fáciles, entonces la verdad es que abrir una conversación para meter, no sé, varios temas a la mesa, y forzar de vuelta, no sé un acuerdo (sic)”.
A diferencia de Biosano, Fresenius Kabi ha descartado tajantemente haber participado de algún acuerdo colusorio. En ese sentido, dijo a Radio Bío Bío que “desde el inicio de esta investigación, Fresenius Kabi ha colaborado con la autoridad proporcionando oportunamente toda la información solicitada”. Agregó que “continuaremos cooperando con la autoridad chilena, pero al mismo tiempo ejerceremos la defensa de nuestros derechos en este procedimiento legal, ya que Fresenius Kabi Chile rechaza las acusaciones de la FNE”.
La defensa del Estado
Al día siguiente de que se conoció la acusación de la FNE, el director de la Cenabast, Pablo Venegas, afirmó a la prensa que el daño generado por el supuesto acuerdo colusorio “no es a Cenabast, es a la institución y a la gente”.
El titular del organismo público además indicó que tienen contratos vigentes con los laboratorios implicados en el requerimiento, que bordean los US$ 15 millones. Consultados sobre las decisiones que tomarán respecto a estos acuerdos, desde la Cenabast comentaron que no pueden cortar ni el suministro ni el contrato de los laboratorios acusados de la colusión, mientras no exista una sentencia sobre el tema.
Hasta la fecha aún no existe una sentencia, pues recién en agosto pasado se abrió el caso ante el TDLC. En el marco de ese juicio, el Consejo de Defensa del Estado (CDE) se hizo parte del requerimiento de la FNE -a fines de septiembre- en representación de la Cenabast.
Transcurridos cerca de cuatro meses, el caso ha tenido una lenta tramitación e incluso el TDLC suspendió el procedimiento por 20 días hábiles a contar de este martes 22 de noviembre.
En paralelo, fuentes cercanas al CDE dijeron que en el organismo están evaluando presentar una querella contra los laboratorios acusados de coludirse. Este tema será llevado a comité la próxima semana, donde podría tomarse una decisión al respecto. Si se aprueba, se abriría la arista penal del caso.
Fuente: BioBio