Tras los incendios de la época estival del 2016 y 2017 la memoria de cientos de localidades quedó marcada por siempre. Por el momento solo hay un 7% menos incendios.
No todo es responsabilidad del cambio climático, expertos aseguran que el 52% de los incendios es producido por actividad humana, ya sean por negligencia o accidental.
Por otro lado, también sostienen que el 35% es intencional y solo el 1% corresponde a sucesos naturales.
Desde Conadecus sostenemos que se deben tomar todas las precauciones necesarias para disfrutar de los espacios naturales del país y cuidarlos es responsabilidad de todos.
Los campings deben incluir espacios y precios exequibles para los viajeros, vigilar de forma cercana la mantención de higiene, control de animales y combustiones.
Sin embargo, el desplazamiento de las especies autóctonas de flora ha permitido el desarrollo de distintas plantas, que a su vez resisten menos las altas temperaturas.
Según el Programa de Naciones Unidas por el Medio Ambiente alerta que en la segunda mitad de este siglo los megaincendios podrán duplicarse.
Chile no es la excepción, el control de estas emergencias es crucial para el mantenimiento del territorio de forma sustentable. La depredación de flora y fauna tiene consecuencias graves, el uso de basurales, pastizales, desechos agrícolas y forestales son sumamente peligrosos.
Se recomienda a todo campista, en caso de poder optar al uso de espacios habilitados parta acampar, siempre llevar todas las herramientas que permitan el uso adecuado de combustibles.
Entre ellos, el uso de cocinillas y combustibles controlados es imprescindible, aunque es aún más seguro consumir alimentos de carácter fríos o que hayan sido cocidos con anterioridad.
La pérdida de estos espacios es una tragedia para todos los consumidores y usuarios, además de ser un peligro latente para los asentamientos cercanos.
La alerta se mantiene con fuerza debido a las condiciones favorables para el desarrollo de estas emergencias, el poco control de los espacios, la lenta respuesta de los equipos extintores y las olas de calor son un escenario perfecto para revivir incendios devastadores.
