Noticia | 11 Mayo 2016

Mewes: “El proceso reformista no ha fracasado, pero de que no nos gusta, no nos gusta”

La semana pasada la Cámara Nacional de Comercio (CNC) aterrizó en Los Ángeles, Región del Biobío, para realizar su asamblea anual de socios. Ricardo Mewes, a un año de su reelección como presidente, desmenuza el 2015 que califica como un año “intenso” tanto por las reformas como los proyectos que atañen a su sector.
Los desafíos para este año, dice, estarán en dos frentes: buenas prácticas y el proceso constituyente. “Durante el 2014 se trabajó seis meses a través de la comisión jurídica en un código de ética. Fue un buen trabajo, pero nos falta un trabajo desde las bases para validar este proceso, por lo que en los próximos meses una consultora nos entregará los primeros resultados”, adelanta.

– ¿Se logró calmar el clima interno tras la competencia desatada para presidir la CNC?
– Como todos los procesos eleccionarios, son de repente medios tensos, pero de regreso a Iquique el consejo ha funcionado en general bastante tranquilo y alineado con los propósitos, muy claro respecto de los proyectos y los temas.
– ¿Cómo les afectó la colusión de los supermercados?
-Todas estas cosas nos pegan duro. Claramente nos afecta, porque vemos que estamos permanentemente siendo llevados a tribunales por situaciones como esta y estamos expuestos.
– Con el caso de CMPC en Sofofa sí se procedió a una suspensión. Ustedes optaron por esperar la resolución del TDLC…
– Aquí el caso es distinto. En el caso de la CMPC estaba el proceso de la delación compensada, pero acá no, y las empresas -hasta hoy- han declarado que no tienen responsabilidad en los hechos desde el punto de vista de la libre competencia. Por lo tanto no podemos hacer nada hasta que el tribunal se pronuncie.
– Ellos nos han planteado que aquí no hay problemas de libre competencia. Les tengo que creer y ellos tienen el legítimo derecho a defenderse. Si no, lo otro que nos queda es colgarnos en la plaza pública. Esperemos tranquilamente a que termine el proceso.
– El margen de los gremios para evitar estas conductas es limitado. ¿En el proyecto de libre competencia una solución sería endurecer las penas?
– Sin extremar la cantidad de regulaciones que al final tienden a asfixiar el normal desarrollo de los negocios, pero claramente las penas en todos estos proyectos de ley tienen que ser lo suficientemente duras para que inhiban este tipo de conductas. Pero, por otro lado, no pueden dejar que la empresa muera.
– Pero aprovechando que se discute este proyecto, ¿parte de la solución iría de la mano de especificar sanciones que ameriten cárcel?
– Sí en la medida en que no interfiera con el proceso de delación compensada. Ahí es difícil hacer compatibilizar los dos mecanismos. Creo mucho más en el mecanismo de la delación, porque permite además descubrir este tipo de cosas, no solamente en casos como el del papel sino que también aquí en otros delitos vinculados a las drogas y el lavado de dinero.
Al final del día uno dice, sí, no tendría ningún problema en que exista como pena máxima la cárcel, pero ojo, no matemos la posibilidad de investigar bien producto de estos otros procesos que se desarrollan en paralelo. Como está el proyecto, no le vemos mayor problema. Sí al final del día hay un tema ahí con las participaciones cruzadas de los directorios que nos complica un poco.
Su visión de las reformas
– ¿Se ve que el proceso de reformas fracasó de alguna forma?
– Los procesos que inició la Presidenta no han fracasado, al contrario, ella ha ido cumpliendo sistemáticamente lo que ella planteó en su programa. Ahora, que no nos gusta, no nos gusta, además está el hecho que no hayan escuchado a los especialistas de todas las tendencias que plantearon que la reforma tributaria era una mala reforma. Como se desarrolló la primera reforma y después la reforma a la reforma, creo que adolece de problemas técnicos serios en que hasta hoy los especialistas tienen dudas de su aplicación. Se podría haber hecho mucho mejor.
– ¿Fue exitoso el proceso de reformas, pero a costa de no escuchar a los técnicos?
– A costa no. Es sin haber escuchado a los especialistas que podrían haber hecho una cosa mucho más de fácil aplicación.
– Si en las reformas no se sintieron escuchados, ¿ahora se sienten más escuchados cuando el gobierno lanza medidas de reactivación?
– Hay una convergencia en el tema de productividad, hay cosas en común de la agenda del propio gobierno y la agenda de la confederación.
– ¿Hay sintonía en el gobierno en que que el crecimiento es una preocupación y que se debe reactivar la economía?
– Hemos escuchado al ministro de que está preocupado de eso y en general también al ministro Burgos, entre otros. El anuncio del Fondo de Infraestructura va en la dirección correcta.
– ¿En este “segundo tiempo” de la Presidenta se puede decir que hay una relación mucho más fortalecida entre el gobierno y el empresariado o se debe esperar el ”ver para creer?
– Estamos viendo e iniciando este nuevo camino que ha planteado el gobierno a partir de la agenda de productividad.
– ¿Antes estaban las relaciones tensas para iniciar un nuevo camino?
– Creo que nunca han sido tensas. Ha habido siempre una amistad cívica.
– Pero con desconfianza, porque al no ver hechos concretos, no le creían totalmente el discurso…
– No era congruente el discurso con la práctica. Ahora, dado a lo que estamos viendo estos días, yo espero que así sea.
 
Fuente: DF

Publicado por
Conadecus

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