Las nuevas advertencias en las cajetillas de cigarro, que comenzarán a regir desde el 12 de noviembre, buscarán informar a los jóvenes sobre patologías indirectas, producidas por el consumo de tabaco y que empeorarán su salud en la etapa de adultez.
La primera fotografía muestra una pierna con obstrucción en las arterias, una enfermedad daña severamente la calidad de vida de las personas. El endurecimiento de las arterias se desarrolla a largo plazo, cuando se padece arterosclerosis. El tabaco, acelera este proceso, formando coágulos 2 a 4 veces mayor.
La segunda imagen protege al fumador pasivo, mensaje que se emite en la cajetilla actual.
Se trata de la séptima advertencia desde que en noviembre de 2006 la Ley autorizó al Ministerio de Salud para incorporar advertencias en el 50% de las dos caras principales de los envases de productos en base a tabaco.
La cartera de salud ha impulsado bajo este gobierno, pilotos para prevenir la obesidad en la población, drogas en los adolecentes y para disminuir el consumo del alcohol. Autoridades indicaron que sólo este último arroja resultados positivos.
La estrategia concentra los esfuerzos de salud pública para evitar que los jóvenes NO fumadores, se vuelvan adictos al tabaco. Pero no tenemos ninguna propuesta emanada del Consejo Consultivo Auge de incorporar las terapias de sasación de tabaco que son extraordinariamente caras y que además tienen una tasa de fracaso superior al 50%. No hay programa para incorporarlas en el conjunto de las 11 nuevas patologías AUGE” que se deberían anunciar en noviembre de este año.
El panorama frente al consumo de tabaco en el país es crítico. Las mujeres jóvenes de entre 13 y 15 año tienen el récord mundial como las más fumadoras con una prevalencia de 39,9%, según el Atlas Mundial de Tabaco 2012. Se suma que la prevalencia de fumadores en Chile es del 40,6% en la población de 15 y más años, según la Encuesta Nacional de Salud 2009-2010.
Otra cifra que impacta, revela que una de cada cuatro menores que cursan octavo básico, son fumadores. Con este alto nivel de tabaquismo, señalan desde el MINSAL, no es de extrañar la cifra de 45 personas que mueren al día en Chile, por enfermedades atribuibles al tabaco
