Los suplementos dietéticos son cada vez más populares en la población, y muchas personas los consumen con la esperanza de mejorar su salud, aliviar enfermedades o evitar las marcas de la edad.
“En las últimas cuatro décadas el sector de los suplementos alimenticios ha tenido un explosivo desarrollo. El año 2012 la industria de los suplementos dietéticos en Estados Unidos, movió 28.000 millones de dólares. En Chile, los últimos cinco años también ha habido un auge masivo en la compra de estos productos; siendo cada vez son más las personas que los consumen”, afirmó a BioBioChile la nutricionista de la Universidad de Concepción y especialista de Clínica Sanatorio Alemán, Marcela Ruiz Astete, quien agrega que estudios realizados por Euromonitor International en Latinoamérica señalan que Chile está liderando las tasas de crecimiento en el mercado de los suplementos alimenticios.
Sin embargo, su consumo no siempre implica beneficios. “Es tan amplia la gama que la zona de suplementos nutricionales, se puede llegar a transformar en una especie de campo minado para los consumidores que no están informados”, aseguró la profesional.
Marcela explicó que en dosis elevadas, algunos suplementos pueden producir efectos biológicos negativos en el organismo.
“Por ejemplo, las cápsulas de omega3 no deben consumirse con medicamentos anticoagulantes y aspirina, ya que se potencia el efecto anticoagulante y puede existir riesgo de hemorragia; también las personas que toman medicamentos antihipertensivos deben poner atención al consumo de estas píldoras porque podrían sufrir bajas bruscas de presión arterial”, expresó.
A ello agregó que “también el Ginkgo Biloba podría interactuar con las cápsulas de omega 3 aumentando riesgo de hemorragias”.
La profesional también dijo que “para la mujer embarazada, los suplementos que contienen vitamina A (retinol), pueden ser perjudiciales y causar defectos de nacimiento si se excede en gran medida la dosis recomendada, o si se supera durante un periodo prolongado de tiempo”.
Asimismo, “los suplementos de hierba de San Juan utilizado como antidepresivo podrían interactuar e inhibir la acción de: los anticonceptivos, medicamentos tales como ciclosporina, digoxina warfgarina y teofilina”.
Algo similar ocurre con las vitaminas. “El exceso en la ingesta de cápsulas de vitamina D provoca niveles de calcio en la sangre anormalmente altos que pueden dañar gravemente los huesos, los tejidos blandos y los riñones con el tiempo”, alertó, añadiendo que el consumo de suplementos de vitamina A y betacaroteno, que se usan durante la época estival con el fin de conseguir un bronceado más prominente, puede tener efectos tóxicos a largo plazo en los órganos que la metabolizan, tales como ojos, huesos e hígado. “La abundancia de este componente se relaciona con visión borrosa, pérdida de peso, falta de apetito y osteoporosis, entre otros síntomas”, explicó.
Otros suplementos populares son los de proteínas, cuyo consumo puede tener efectos secundarios, como diarrea. Pero eso no es todo, Marcela advierte que “hay pruebas de que, en el largo plazo, su ingesta excesiva puede contribuir a la desmineralización ósea y un mayor riesgo de osteoporosis, mientras que para aquellos con problemas de riñón, demasiadas proteínas pueden conducir a más complicaciones”.
Ojo con los adelgazantes
Además, la profesional pidió tener ojo con los suplementos para bajar de peso, ya que muchos etiquetados como “naturales”, contienen sibutramina, componente que “aumenta la presión arterial y/o la frecuencia del pulso en algunos pacientes, y puede representar un riesgo significativo para personas con antecedentes de enfermedad arterial coronaria, insuficiencia cardíaca congestiva, arritmias o ictus”.
También, hay otros que contienen fenolftaleína, “un laxante que también ha sido retirado del mercado mundial, ya que podría producir cáncer. Uno de estos son Fat Zero y Extreme Body Slim, que incluye esas dos drogas. Estudios sugieren que más del 75% de las decisiones de suplementos se están haciendo sin la recomendación de un profesional de la salud”, enfatizó.
“Si todavía estás pensando en probar un suplemento de pérdida de peso sea consciente de los riesgos, especialmente si usted está haciendo compras a través de Internet. Usted podría estar perdiendo su dinero o, más importante aún, poniendo en riesgo su salud”, dijo Marcela, recomendando buscar información en sitios web de organismos de renombre como el de Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos.
“Los suplementos deben reservarse para cuando hay una deficiencia en la dieta actual o necesidad médica que no puede ser satisfecha a través de la dieta. El mensaje general es: seguir una dieta sana y equilibrada, leer atentamente las etiquetas de los suplementos y alimentos enriquecidos, y evitar tomar múltiples dosis que excedan las cantidades diarias recomendadas (CDR). En caso de duda, pedir consejo a un nutricionista o médico, antes de elegir un suplemento dietético”, concluyó la profesional.
Radio Bio Bio, 31 Marzo, 2014
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