Estudios internacionales sugieren que estos problemas son más recurrentes de lo común, una situación que se ha visto agravada por la pandemia de Covid-19.
Solo en los últimos 30 años, la diabetes tipo 2 ha aumentado un 60% en la población joven, con mayor incidencia en adolescentes.
Especialistas de nuestro país sostienen que medidas que promuevan la actividad física particular, generando hábitos positivos con el ejercicio en jóvenes podría revertir la situación.
Por otro lado, también se sugiere que restringir más el acceso a la comida chatarra en escuelas y lugares de reunión de adolescentes favorecerían la lucha contra la obesidad infantil.
Durante el 2019, un estudio realizado por científicos de España y Ecuador, que analizó a 16 países, incluyendo Chile, asegura que el 22% de niñas, niñas y adolescentes está en riesgo de sufrir trastornos alimentarios.
Sobrepeso estudiantil
En los Estados Unidos, se ha impulsado políticas fuertes contra la venta de alimentos dañinos para la salud a menores de edad, a partir del 2010 estas medidas han favorecido la disminución de Índice de Masa Corporal (IMC).
De igual manera, la promoción de actividades físicas y alimentación saludable ha cambia el escenario del sobrepeso infantil en el país norteamericano.
Una de las medidas más efectivas fue la restricción de vender alimentos no saludables al interior de recintos educacionales, dando opciones más sanas para encontrar snacks, almuerzos y postres.
La elaboración de “Mapas Nutricionales” permite el rastreo de hábitos malsanos, identificando origen, productos y medidas en que se presentan estos alimentos.
Trastornos alimentarios
Otra amenaza constante en la alimentación de niños, niñas y adolescentes, centrándose en la promoción de una imagen física de los cuerpos versus la ingesta de una dieta balanceada.
Anorexia y bulimia son los principales trastornos mencionados, poniendo en riesgo la salud mental de jóvenes, cuya identificación y posterior tratamiento es deficiente en la mayoría de los casos.
Diagnosticar de forma eficiente este tipo de trastorno es fundamental, mientras que expertos colocan sus esfuerzos en combatir “la otra pandemia”, refiriéndose a la obesidad, estos trastornos avanzan de forma invisible.
Expertos aseguran que en grupos etarios jóvenes hay mucha invisibilización de trastornos alimentarios, cuya relación se agrava entre imagen física y el peso de cada joven.
Anteriormente, estos trastornos eran identificados con desnutrición, el cambio de paradigma ha permitido observar la ingesta de alimentos y su calidad por sobre un problema de salud notorio, como es la desnutrición infantil.
Se recomienda observar el correcto consumo de alimentos por menores de edad, asegurando que tengan accesos a dietas saludables y balanceadas, y en el mejor de los casos, acompañarlos con actividades físicas como deportes de forma regular.
Diabetes tipo 2 en población joven
Una alarma de ha escuchado en la alimentación infantil, según el análisis global realizado por The British Medical Journal, en los últimos 30 años la diabetes tipo 2 ha subido el 60% en jóvenes.
Una situación que destaca debido a que la diabetes tipo 2 se desarrolla mayormente en la adultez, que en las últimas tres décadas aumento en 56,4% en personas jóvenes y adolescentes.
Según uno de los autores del estudio realizado, el Dr. Fan Wang de la Universidad Médica de Harbin en China, sostiene que estos hallazgos darán una perspectiva distinta a esta alarma.
“Esta información brindará una base para comprender la naturaleza epidémica de la diabetes tipo 2 de inicio temprano que urge la necesidad de acciones pertinentes a nivel global”, dice Wang.