Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático es el ODS de esta semana, una situación latente que pone la vida en nuestro planeta en peligro.
Recientemente, un estudio científico sostuvo que ciertas regiones del planeta podrían ser inhabitables si la temperatura global sube 2 grados.
La investigación, llevada a cabo por diferentes departamentos de la Universidad de Pensilvania, y publicada en la revista Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
La institución ha trabajado con escenarios de aumento de la temperatura global de entre 1,5 y 4 grados para identificar en qué zonas del planeta se darían niveles de calor y humedad por encima de los umbrales de tolerancia humana.
Este año se ha superado nuevamente el record de la temperatura más alta registrada en la historia de nuestra especie.
Un peligro latente que se hace oír en nuestra sensación térmica, fenómenos como “islas de calor” y “ondas de calor” están cada vez más cerca de nuestra realidad.
El ODS 13 pretende introducir el cambio climático como cuestión primordial en las políticas, estrategias y planes de países, empresas y sociedad civil.
De esta manera, este objetivo incentiva a los estados a contribuir económicamente para lograr los objetivos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Dicho acuerdo promueve a la comunidad de naciones a cooperar con los países en desarrollo y pequeños estados insulares para mejorar su capacidad de gestión del cambio climático.
Esto prestando especial atención a los problemas que genera en mujeres, jóvenes y comunidades marginadas.
Tras la pandemia de Covid-19, los niveles de generación de gases de invernadero crecieron exponencialmente, generando retrocesos en logros de este objetivo.
Esta emergencia es parte de la crisis económica y de abastecimientos que atraviesa el mundo, mientras que la seguridad alimentaria es azotada por la sequía e inundaciones.
Dichos fenómenos climáticos provocan aumentos en la producción de alimentos, pérdidas para agricultores y, por ende, alzas en los precios para los consumidores finales.
El acceso a alimentos se restringe mientras que el cambio climático avanza, pero no solo el humano el que vive las consecuencias.
La biodiversidad se reduce considerablemente en las distintas regiones del mundo, este Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) apunta a las acciones que se deben tomar con prontitud.
Mientras el clima aumenta de temperatura, las aguas en todas las regiones en las que habitan cientos de especies marinas corren peligro.
La pérdida de patrimonio natural se relaciona directamente con los cambios en el clima, mientras la explotación de los recursos persigue la carrera por alimentar al mercado, encareciendo aún más los alimentos a medida que las especies van disminuyendo.
En algunos casos, las especies marina llegan a la extinción o hasta la desaparición de sus hábitats, convirtiéndose en un recuerdo de las personas que habitan o visitan esas zonas.
Las acciones quedan cortas, puesto que el calentamiento global crece sin mostrar indicaciones de que vaya a disminuir.
