Camila Huispe es asesora jurídica de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios de Chile.
Probablemente el evento que se aproxima este viernes 25 de noviembre, ansiado “Black Friday” para los agentes del mercado, es uno de los que mejor refleja nuestro consumo desenfrenado.
¿Es casualidad que su realización esté planificada al término del año, contemplándose como la alternativa más útil para las compras navideñas o incluso, el verano? En efecto, la estrategia marketing de las grandes compañías es posicionar dicho evento en estas festividades, con la finalidad de tentar a los consumidores, a través de las rebajas y descuentos, a impacientarse por comprar todos y cada uno de los productos, incluyendo aquellos que sobrepasan su capacidad adquisitiva.
La excusa barata que se disfraza tras los anuncios que nos agobian día a día en las redes sociales, es que sólo tendrás ese día para comprarle a tus seres queridos algo significativo que tenga el valor amerite ganar su afecto (y entre más grande, mejor).
Este escenario se ve favorecido no tan sólo por las grandes empresas que generalmente se dedican a vender en dantescas cantidades, como las multitiendas, sino que también son partícipes las entidades bancarias y los que destacan por su alto engagement en estas temporadas, los influencers.
Así, el Banco Santander ofrece al que compre durante el 21 al 28 de noviembre con su tarjeta de crédito, aplazar el pago por 3 meses sin intereses, ni comisiones, con la opción “Paga en 3”, siempre que ya no se haya utilizado esta opción en los últimos 12 meses. Como si esta alternativa no fuera un gran incentivo y llamado al sobreendeudamiento, lanza una oferta de renting de PlayStation 5 con dos mandos, auriculares, el juego Gran Turismo 7 y una tarjeta de 50€ de PlayStation Live por sólo 28,59€ al mes (IVA incluido), es decir, poco más de 28 mil pesos.
Por su parte BBVA, implementa una oferta parecida a la anterior, permitiendo al cliente pagar con su tarjeta Aqua Más en 3 cuotas, sin intereses, complementando la invitación al proponer la contratación de préstamos sin comisión de apertura, por mencionar algunos ejemplos.
Como si la oferta de crédito no fuera suficiente, los consumidores también se ven atrapados en las atractivas “historias”, “reels” o publicaciones en las redes sociales de los connotados influencers, cuyo comportamiento en el mercado se caracteriza por desplegar publicidad masiva, generando una importante visibilidad de la marca e introducir su experiencia como fundamento del éxito personal, un llamado irresistible para la sociedad.
Por ende, antes de cualquier decisión de consumo, ya sea la adquisición de un producto o la contratación de un servicio, no se deje llevar por la marea de anuncios inagotables que llegarán de forma intempestiva a la pantalla de su celular, tratarán de que se lo piense una vez más, recuerde lo que le dirán “es su última oportunidad”.
El llamado es a un consumo razonable, no desmedido. Cotice y compare los precios en las diferentes tiendas, el mejor consejo es que decida por la opción de compra que se ajuste a su presupuesto. Pregunte todo, infórmese bien sobre las características y condiciones antes de tomar su decisión. Elija libremente, tómese su tiempo, no acepte presiones antes de comprar. Infórmese de los derechos que le asisten ante este escenario, en más de alguna ocasión los necesitará para combatir las irregularidades del proveedor.