“Fariseo” por Jorge Cienfuegos, presidente del regional Santiago del Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile.
El ministro Mañalich nuevamente juega al filo de la realidad con sus afirmaciones. Esta vez no fue sobre el “mejor sistema de salud del planeta tierra”, sino sobre la falta de ética de las farmacias al elevar el precio de las mascarillas en el contexto del coronavirus.
Quiero ser claro: no defiendo a las cadenas de farmacias, y menos coloco en duda su falta de ética en relación la fluctuación de precios en la “lógica de mercado”; de oferta y demanda (tema que sin duda abordaron en sus clases de ética por la colusión). Lo que desearía abordar son dos aristas del tema: el primero es que un Ministro que tiene “temas”; de falta de ética esté dando lineamientos al respecto, me parece por lo menos curioso, aunque siempre son respetables los cambios positivos; y lo segundo es la sorpresa que causa en las autoridades este tipo de prácticas abusivas, normales en un mercado de precios libres dónde el medicamento y los dispositivos médicos (y la salud en general) son tratados como un bien de consumo como cualquier otro.
En resumen, más que enviar mensajes por la prensa, el ministro debería tener la voluntad de avanzar en la regulación de la farmacia como un centro de salud, al medicamento/dispositivos médicos/salud como un bien social y en entregar información a la población para tomar mejores decisiones basadas en evidencia, sin caer en titulares estrambóticos. La responsabilidad de la fiscalización, las indicaciones a los proyectos de ley relacionados y a entregar acceso a prestaciones de salud de calidad, seguras, eficaces y a precios justos recaen en él. Esperamos avanzar en estos puntos con más acciones concretas y menos amenazas por la prensa para dar soluciones concretas a la ciudadanía.
