Es extremadamente grave cuando una sociedad pierde la capacidad de asombro, ya sea frente a la violencia, corrupción en la política, el abuso de menores, la inequidad, las violaciones a los DD.HH., o al derecho a la propiedad, la colusión de empresas, el abuso de posición dominante, entre otras muchas anomalías sociales y delitos. Cuando se pierde la capacidad de asombro se les da a los autores del delito o abuso una suerte de indulgencia plenaria: ¡No hay que rasgar vestiduras!, ¡pero si la sociedad está así, todos lo hacen! ¡Se sabe que las empresas actúan así! ¡Así es la política!, son comentarios que se escuchan. No faltan las defensas corporativas y quienes claman por esperar el veredicto de los tribunales, no obstante que la información ya existente, sentencia culpabilidad hasta para el más básico sentido común de justicia. Por ello, más importante que contribuir a masacrar la imagen de los inculpados de la ocasión, es necesario encontrar las fallas sistémicas que se deben corregir.
Dos empresas que controlan el 90% del mercado del papel higiénico, se coludieron para burlar, durante 10 años la economía de mercado y expoliar a los consumidores. Dos empresas muy vinculadas- durante el periodo que ocurrieron estos ilícitos- a los defensa de la economía de mercado, además de grandes financistas de las ideas “liberales” y de la primacía de la propiedad privada por sobre otros derechos. Sus propietarios fueron capaces de pronunciar un fuerte discurso en pro del mercado, pero incapaces de inculcar esos valores entre los ejecutivos superiores de sus empresas, quienes, durante 10 años, se pusieron de acuerdo para mantener las cuotas de mercado y expoliar a los consumidores con mayores precios. Dichos ejecutivos estaban conscientes de sus delitos, por ello inventaron sofisticados sistemas de comunicación entre ellos para eludir posibles investigaciones futuras, y amenazados por el caso farmacias, hasta tiraron sus computadores al canal San Carlos; sin embargo los órganos superiores de la administración de estas empresas, sus directorios, según lo han declarado, nunca se enteraron de estos ilícitos, nunca les pareció extraño que año a año y durante 10 años, su participación de mercado fuera exactamente igual que el año anterior. ¡El mercado durante 10 años tuvo a sus 2 principales competidores con estrategias comerciales perfectamente compensatorias!
Las empresas se auto-denunciaron, meses después que la FNE había iniciado las indagaciones, las que comenzaron luego que se conociera de la colusión de ambas empresas en el mercado colombiano. Producto de su auto-denuncia la CMPC elude las multas de la FNE y SCA recibe una multa de US$ 15 millones, una parte marginal de las utilidades y del volumen de recursos movilizados durante 10 años de colusión. Los consumidores funan a la CMPC y SCA , y prefieren los productos de otras marcas, pero como ambas empresas controlan el 90% del mercado y es un producto de primera necesidad, la sanción de los consumidores es limitada. El propietario de la CMPC pide perdón y anuncia que fueron desvinculados los ejecutivos involucrados, y que no se querellará contra ellos. La Comisión de Ética de la SOFOFA desvincula temporalmente a la CMPC hasta que termine la investigación.
Una primera mirada sobre la situación podría concluir que, a pesar del daño causado a la confianza de los consumidores, y a los principios de la economía de mercado y propiedad privada, las instituciones funcionan y que la verdad, aunque tarda, prevalece. Una mirada menos autocomplaciente detecta los enormes vacíos y fragilidad de nuestra institucionalidad económica para asegurar la existencia de mercados competitivos y defender a los consumidores de los abusos de poder. Las preguntas que deja este caso, el de las farmacias, y otros de violaciones de los derechos de los consumidores y de los accionistas minoritarios como Chispas, La Polar, PENTA y SQM son muchas. ¿Cómo aseguramos que esos ejecutivos no lo vuelvan a hacer? ¿Con cursos de ética? ¿Así como un infractor grave a las leyes del tránsito pierde su derecho a conducir, dichos ejecutivos no debieran perder sus derechos a dirigir empresas? El hecho que el directorio desconozca los ilícitos, ¿los absuelve de responsabilidad penal? ¿No es el responsable último de la administración de la empresa? ¿Deben seguir siendo las auto-delaciones un buen negocio que evita pagar el 100% de las multas? ¿No debieran las multas ser varias veces las utilidades generadas por los ilícitos, para que tengan un rol educativo y preventivo? Cuando dos empresas se coluden en dos o más mercados, ¿es un comportamiento aislado de los ejecutivos locales o es una estrategia corporativa internacional? ¿Tiene sentido la autodelación cuando la FNE ya inició su tarea investigativa? ¿Hubiese ocurrido la colusión si los dos coludidos no controlasen el 90% del mercado? ¿Habrá que crear comercializadoras de papel higiénico en las municipalidades?
Fuente: Estrategia
Comisión de Minería y Energía aprueba que asociaciones de consumidores puedan solicitar revisión de tarifas eléctricas
DESTACADOS
21 Nov 2024