Noticia | 24 Agosto 2016

Presidente de AB Chile: En materia de etiquetado, Chile tiene la ley más extrema del mundo

Rodrigo Alvarez señala que la nueva normativa no logra su objetivo al ser aplicada y acusa diferencias de criterios por parte de los fiscalizadores. También dice que la normativa afectará al comercio internacional del país, y posiblemente los derechos de marca y propiedad de las empresas.

A casi dos meses de la entrada en vigencia de la nueva Ley de Etiquetado de Alimentos, el presidente de la  Asociación de Alimentos y Bebidas de Chile (AB Chile), Rodrigo Alvarez, realiza una evaluación de la normativa. Advierte problemas en su implementación, ya que las restricciones no son aplicables a todos los productos y asegura que  afecta la competitividad del país y dificulta el comercio internacional.
¿Qué han observado desde la aplicación de la ley?
Más que inconsistencias, lo que hemos visto es lo que se anticipó durante toda la discusión del reglamento. Los consumidores, a pesar del valor que se entregue información, no necesariamente la están interpretando correctamente. Productos que son a todas luces más saludables que otros cuentan actualmente con igual o más discos pares, lo que genera inseguridad en la decisión de consumo.
En ese sentido, ¿qué falta cambiar o precisar?
Corregir la decisión de establecer límites por 100 gramos y no por porción. Esa determinación distorsiona profundamente los resultados de esta ley y no favorece una correcta decisión.
¿Cómo se ejemplifica lo anterior, considerando los casos de la marraqueta y la empanada?
El debate en torno a la marraqueta grafica perfectamente lo que ocurrirá con esta ley. El Ministerio de Salud está estableciendo límites que son inaplicables en miles de productos, por lo que se perderá el verdadero objetivo, que es ayudar a los consumidores a identificar qué alimentos son más saludables. Cuando se escucha a las autoridades y la reacción de la opinión pública, queda en evidencia que la política restrictiva no es lo que la gente desea en materia de alimentación. Restringir y demonizar alimentos no es el camino, lo que se requiere es más y mejor información. No se trata de eliminar la marraqueta, si no que de enseñarle a la gente cuánta puede consumir.
Propiedad intelectual
¿Se sienten vulnerados como sector?
No. Cuando las reglas están claras no hay problemas. Lo que nos preocupa es la diferencia de criterios en la fiscalización y que, eventualmente, no se respete el derecho de propiedad intelectual de las marcas, el cual se encuentra resguardado en el reglamento y las mismas autoridades del Minsal han dicho que no se alteraría.
¿Qué evaluación tienen de los fiscalizadores? 
Hemos visto criterios diferentes y eso nos preocupa. Un ejemplo de esto fue la polémica de las empanadas en los colegios para las Fiestas Patrias, donde las diferencias en la interpretación de los seremis se hicieron públicas. La autoridad tuvo que hacer excepciones, lo mismo con choripanes y completadas. Pero otros productos como una margarina light, un cereal o una galleta de agua, son declarados casi un pecado en el mismo contexto. No se entiende desde un punto de vista nutricional. Es necesario unificar esos criterios, pues de lo contrario se generan ambigüedades que dificultan el cumplimiento de las normas.
¿Qué pasa con las marcas nacionales y extranjeras? 
Cuando un país adopta una política interna que se aleja de las tendencias globales, efectivamente se ve afectada su competitividad y se dificulta el comercio internacional. Si esto no se analiza bien legislativamente, se afectarán los derechos de marca y se podría llegar a una grave afectación al derecho de propiedad. Además de claros incumplimientos de normativa internacional. Compartimos el objetivo buscado por la ley y creemos que se requieren medidas, pero estamos seguros que se pudo haber hecho de una mejor manera.
¿Existe una ley así de drástica en otro punto del planeta? 
En materia de límites y formato de etiquetado, Chile tiene la ley más extrema del mundo. Algunos países como Ecuador, por ejemplo, han adoptado políticas en esta misma línea, pero en condiciones absolutamente diferentes, porque flexibilizó su legislación. Por lo mismo, es difícil comparar los efectos.
¿Cómo ve el gremio el eslogan “Menos sellos, más sano”?
No es el más adecuado. Es confuso publicitariamente e incorrecto técnicamente. Las excepciones, los límites, el criterio de 100 gramos y el hecho de que sólo se etiqueten alimentos procesados y envasados hace imposible basarse exclusivamente en los sellos. Una sopaipilla frita, de las que se venden en la calle, no tiene etiquetas. Mientras que un galletón de avena y pasas, que pesa 40 gramos, puede tener hasta tres discos pares. ¿Es más saludable comerse la sopaipilla frita? Me parece que no.
¿Qué están haciendo como agrupación para resolver los conflictos que la ley de etiquetado les ha significado? 
Llevamos mucho tiempo reuniéndonos con autoridades de diversos ministerios, gremios internacionales, organizaciones médicas y trabajando internamente para aportar. Hoy ya estamos en la etapa de ejecución y nuestro objetivo es aportar a que la evaluación de la ley permita profundizar las medidas que van en la línea correcta y corregir aquellas decisiones que distorsionan sus resultados.
¿Cómo se han visto perjudicados?
Esta es una ley que apunta a los consumidores, por lo que los efectos -sean perjuicios o beneficios- se deben medir sobre ellos y no sobre las empresas. Nosotros seguiremos cumpliendo con las exigencias legales, pero no dejaremos de aportar con nuestra experiencia y conocimiento técnico. Son las empresas las que interactúan cada día con millones de consumidores a través de sus productos, por lo que tenemos información clara respecto a la percepción de las personas y creemos que hay espacio para resolver aspectos que permitirán mejorar sus resultados.
¿Cómo avanza el análisis del impacto económico? 
Es un tema en el que estamos trabajando y que requiere de una mirada integral, por lo que nos tomará un tiempo.
¿Piensan levantar una nueva propuesta?
La industria hizo una propuesta para reducir la cantidad de nutrientes en 14 categorías de productos y las empresas han avanzado aisladamente en la reformulación de cientos de productos. Esos son compromisos reales que requieren de la colaboración de las autoridades para poder profundizarlos y la industria está disponible para avanzar.
 
 
Fuente: LaTercera

Publicado por
Conadecus

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