Reglamentos de la norma impiden a los recintos ofrecer descuentos, hacer club de clientes o acumular puntos para alentar compras.
Todas las acciones destinadas a incentivar la compra de medicamentos quedarán prohibidas para las farmacias. Así lo disponen los reglamentos de la Ley de Fármacos que, de esta forma, declara ilegal que estos recintos ofrezcan descuento en remedios, club de clientes o beneficios por adquirir segundas unidades, entre otras estrategias de promoción y ventas.
“Se prohíbe incentivar la adquisición de medicamentos mediante ofrecimientos de beneficios de carácter económico, tales como descuentos en el precio de listado u obsequios”, dispone la regulación que ya está en fase de consulta pública y que añade que serán ilegales “las actividades como rifas, sorteos, premios, acumulación de puntos, bonificaciones, club de clientes y otras que fomenten la adquisición y el uso irracional de los medicamentos en establecimientos farmacéuticos”.
Asimismo, la norma impide que vendedores de farmacias reciban bonos o estímulos económicos -práctica denominada “canela”- por vender ciertos productos. Eso, que está prohibido para las personas que comenzaron a trabajar como vendedores de farmacias a contar de febrero, será ilegal para los contratos antiguos y que tenían esta cláusula, desde el 14 de agosto próximo.
A juicio de la ministra de Salud, Helia Molina, el Ministerio de Salud debe preocuparse de que “el fármaco no sea considerado un bien de consumo, sino un instrumento válido fundamental cuando es recetado adecuadamente por el profesional y al paciente que corresponda”.
Por su parte, el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, dijo que la normativa persigue mejorar el acceso a los medicamentos, pero de manera controlada para evitar la automedicación. “Los remedios no pueden ser tratados como un bien de consumo de supermercado, porque su uso produce daños a la salud y tiene una función específica. Por eso se han establecido parámetros para evitar asociar la compra de medicamentos con tarjetas comerciales del retail y de farmacias”, dijo Burrows, quien añadió que “a lo que propende la ley es eliminar todo tipo de incentivos que puedan llevar a que la gente consuma más medicamentos”, afirmó.
Al respecto, Farmacias Cruz Verde informó que acatará esta disposición. “Nos parece que este es un cambio importante en la forma como se ha desarrollado este mercado hasta ahora. Cruz Verde cumplirá con lo que en definitiva disponga la autoridad de salud a esos respectos”.
A su vez, Salcobrand sostuvo que está en proceso de estudio de los borradores de los reglamentos y que hará llegar sus opiniones “a través del canal formal establecido para este caso, que es la consulta pública”.
Por su parte, el vicepresidente de la Cámara de la Innovación Farmacéutica, Jean Jacques Duhart, valoró las restricciones. “Apoyamos plenamente que no haya incentivos económicos. Estamos convencidos que la competencia debe darse en torno a los atributos de los productos como la calidad y no de otros factores que distorsionan”, dijo Duhar.
Una visión opuesta entregó el presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios (Odecu), Stefan Larenas, quien sostuvo que la suspensión de promociones y descuentos podrían perjudicar a las personas. “Hay convenios que la gente tiene o descuentos por su isapre, por ejemplo, que es importante que puedan seguir vigentes, porque permiten que la gente ahorre en su compra”, dijo Larenas, quien sostuvo que a través de la consulta pública, que dura hasta fines de agosto, hará estas recomendaciones y pedirá precisiones al Ministerio de Salud.
GÓNDOLAS Y VENTA EN DOSIS
El reglamento fija las condiciones en que las farmacias deben exponer los remedios de venta directa en góndolas, tal como hoy ocurre con productos de belleza o higiene. Sin embargo, esto será optativo y dependerá de los recintos si desean instalarlas.
“Era importante para los consumidores, por un tema de transparencia, que se instalaran góndolas en farmacias, pero quedó a criterio de las farmacias hacerlo y no hay ninguna certeza de que así será”, dijo Larenas.
En cuanto al fraccionamiento de remedios -o venta en dosis unitarias-, la norma dice que sólo se aplicará a los de venta con receta médica, como relajantes musculares y antibióticos, cuya presentación permita que sean seccionados sin alterar el producto. Esto será obligatorio y debe regir un mes después de la publicación del reglamento, por lo que se proyecta sea en octubre. “La ley plantea que todas las farmacias deberán fraccionar. Sólo se podrán fraccionar los que van con receta, no los de venta directa como paracetamol o tapsin, ni los controlados como el alprazolam”, dice Patricio Huenchuñir, encargado de política farmacéutica del Minsal
Este punto genera reticencia en las farmacias. “En nuestra opinión, el fraccionamiento debiera ser hecho en origen, es decir, por el laboratorio productor, al ser más eficiente y más seguro desde un punto de vista sanitario, pues así es factible que no se degraden las estrictas exigencias impuestas por la autoridad en la fabricación de medicamentos”, sostuvo Cruz Verde.
La Tercera Online, 9 julio 2014
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