El asesor científico de la Oficina de Estudios y de Políticas Agrarias afirmó que el proyecto es prioridad para el Gobierno y que ya comenzaron las gestiones para movilizarlo, luego que quedara detenido en la comisión de Agricultura. Parlamentarios de diversos sectores auguran un debate complicado debido a la serie de críticas que existen a la iniciativa, la que además es tajantemente rechazada por un grupo importante de organizaciones ciudadanas.
Si bien a comienzos de 2011 el Gobierno introdujo indicaciones sustitutivas al proyecto de bioseguridad de vegetales genéticamente modificados, más conocido como Ley de Transgénicos, éste lleva más de un año detenido en la comisión de Agricultura del Senado, donde inició su primer trámite constitucional.
Organizaciones de campesinos, agricultores orgánicos, mujeres temporeras y ambientalistas, entre otros, ya han manifestado reparos a la iniciativa apuntado sobre todo a la debilidad que presenta.
Lucía Sepúlveda, de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas (RAP-AL), consideró que el proyecto “despeja el camino como para que solo se logre la introducción de los transgénicos al mercado interno sin ningún tipo de resguardo de seguridad. Por ejemplo, no contempla para nada el etiquetado de los alimentos transgénicos, a pesar de que su artículo primero dice que se preocupa de ese tema. Segundo, no considera para nada la posible contaminación de cultivos orgánicos o convencionales por transgénicos y eso es grave. A esto se suma la inseguridad sobre los serios daños que pueden generar los transgénicos en la salud, lo que ha sido descartado por algunos especialistas debido a la falta de pruebas en investigaciones.