Por Hernán Calderón, Presidente de Conadecus
En el gobierno, si bien fue el Sernac con el Ministro de Economía a la cabeza quienes hicieron públicos los hechos, se encontraron con una caja de pandora, que probablemente no dimensionaron en un principio, al poco andar hubo un cambio de actitud, basta un solo ejemplo, al inicio se exigió una multa por cada consumidor afectado y después solo una multa por el total de los afectados, esto explica las bajas multas aplicadas a La Polar.
No cabe duda que el caso La Polar remeció a la industria del Retail, que el sistema financiero tambaleo, los bancos al principio tuvieron una posición dura, pero cuando dimensionaron las consecuencias tuvieron que allanarse a salir al rescate, porque de no hacerlo las consecuencias económicas en credibilidad, reputación, también los habría afectado.
En el gobierno, si bien fue el Sernac con el Ministro de Economía a la cabeza quienes hicieron públicos los hechos, se encontraron con una caja de pandora, que probablemente no dimensionaron en un principio, al poco andar hubo un cambio de actitud, basta un solo ejemplo, al inicio se exigió una multa por cada consumidor afectado y después solo una multa por el total de los afectados, esto explica las bajas multas aplicadas a La Polar.
En los organismos reguladores como SBIF, SVS, AFP la situación desnudó la falta de fiscalización, rigurosidad, omisiones y un desconocimiento de lo que estaba sucediendo y demostró la debilidad de estas entidades, que llevo semanas para que sacaran la voz. Estos organismos han perdido credibilidad por el modelo institucional que tienen, un modelo unipersonal con cargo designado por el Presidente de la republica y sin control del poder legislativo o de otro tipo de las circulares que emiten para regular y normar las actividades.
Los consumidores aparte de la indignación inicial, no tuvieron una actitud más crítica y de castigo con La Polar, probablemente en otro país se habrían producido protestas y la habrían castigado no comprando, lo más probable habría quebrado al perder la confianza y credibilidad de sus consumidores, nada de esto sucedió.
Las asociaciones de consumidores también cometimos errores, ante la demanda colectiva del Sernac nos hicimos parte como coayudantes como lo habíamos hecho habitualmente, que es acompañar y respaldar al organismo público en las demandas colectivas que inicia, lo que debimos haber hecho era sumar otra demanda colectiva para litigar con todos los derechos y estar presentes en los alegatos.
Además, surgieron otros interesados en participar de este juicio con intereses propios, haciéndose parte con consumidores individuales afectados a la demanda del Sernac, esto no debió aceptarlo al magistrado, ya que las demandas de consumidores individuales deben presentarse en los juzgados de policía local, de hecho la magistrado rechazo algunas, sin embargo acepto otras en las que un abogado llego a acumular 1.500 individuales, y además la magistrado lo nombro procurador común en representación de todos los demandantes aparte del Sernac.
Esto que para muchos no tiene trascendencia, para las asociaciones de consumidores si lo tiene, en este caso la demanda principal es del Sernac, en consecuencia la defensa de los consumidores estaba garantizada, ya que no persigue beneficios económicos y es el organismo público quien asume los gastos de la defensa.
El caso de las asociaciones de consumidores es distinto, debemos buscar abogados que estén dispuestos a representar y asumir los costos de la demanda colectiva, su recompensa serán las costas al final del juicio, los abogados que se hacen parte con consumidores individuales en una demanda colectiva buscan tener una mayor parte al repartir las costas, esto tiene el peligro de inhibir las acciones colectiva por parte de las asociaciones consumidores por el costo y falta de incentivo para iniciarlas.
Además, existe un peligro adicional, que este procedimiento sea incentivado por las propias empresas demandadas para que los abogados representantes de asociaciones de consumidores dejen abandonados las causas, al no poder cobrar costas, este procedimiento creemos ya se utilizo en una demanda de Conadecus, un abogado hizo un llamado público en medios de comunicación para hacerse parte en una demanda colectiva iniciada por Conadecus y adhirió 2.000 personas con poder notarial y posteriormente no realizo ninguna acción, el tribunal declaro el abandono del juicio, ya que nuestros abogados ante la falta de incentivo y no poder resarcirse de los gastos y horas profesionales que incurren en estas demandas no realizaron acciones, así tampoco el abogado que adhirió a los consumidores, esta son algunas reflexiones sobre uno de los casos sobre abusos en los derechos de los consumidores más emblemáticos sucedido en nuestro país, del cual todavía queda mucho por escribir por los procedimientos judiciales y reparaciones a los afectados pendientes.
