Las personas al momento de contratar un seguro automotriz muchas veces no entienden todas las cláusulas y conceptos que lo componen. Sin embargo, es de suma relevancia que conozcan en detalle las condiciones bajo las cuales responderá la aseguradora en caso de siniestro para que se sientan protegidos frente a cualquier accidente.
Dentro de los conceptos más importantes y complejos es el “deducible”, pues determina el valor de la póliza y las obligaciones monetarias del asegurado en caso de siniestro.
El deducible es la suma de dinero que siempre correrá por cuenta del cliente en el momento que un vehículo sufre daños o es hurtado. Es decir, un monto que el seguro de auto no cubre por ningún motivo, y que debe ser asumido por el firmante de la póliza para que la aseguradora responda por el resto de los daños sufridos. El deducible está establecido en unidades monetarias (un monto fijo, independiente de la magnitud de la pérdida o daño).
¿Cómo funciona el deducible?
Básicamente, en caso de que se produzca un siniestro el cliente debe pagar el monto deducible pactado en la póliza, mientras que la compañía aseguradora asume la diferencia.
Por ejemplo, si la póliza contempla un deducible de 5 UF y el vehículo sufre un accidente cuya evaluación de reparaciones arroja como resultado 10 UF, la aseguradora sólo responderá por 4 UF, mientras el cliente asume el pago de las 5 UF restantes.
En el caso de que la póliza no contemple un deducible, la aseguradora deberá cubrir la totalidad del siniestro. Siguiendo con el ejemplo anterior, ésta debería pagar las 9 UF indicadas en la evaluación de reparaciones.
Es importante resaltar que la mayoría de seguros automotrices no consideran deducibles para coberturas en daños a terceros y/o de asistencia. Por lo tanto, es importante evaluar el contrato a fondo para corroborar en qué casos aplica el deducible y en cuáles no.
Finalmente ¿qué elegir?
Como es de suponer, entre más alto sea el deducible a aplicar en la cobertura, más económico será el valor de la prima del seguro automotriz. Y viceversa. Entonces lo más importante a considerar es la evaluación que debe efectuar el contratante su situación económica actual y futura. Pero también es necesario que contemple otras variables como el valor del vehículo, el nivel de riesgo que asume a diario y su prudencia al volante.
Fuente: Publimetro