A continuación revisamos un interesante articulo que analiza la situacion de los supermercados en la realidad europea actual, y que a pesar de los diferentes contextos, coinciden en irregularidades y malas practicas con la realidad latinoamericana.
Muchos argumentarían que los consumidores en la UE sólo se han beneficiado de la expansión de los supermercados, pero, ¿es así de simple en el largo plazo? CI explora este tema en un nuevo informe: La relación entre supermercados y proveedores: ¿cuáles son las implicaciones para los consumidores?
Basándose en material desde dentro de la UE, y también de Australia y Noruega, el presente informe describe algunas de las injustas prácticas de compra empleadas por los principales supermercados y concluye que estas prácticas pueden tener consecuencias negativas para los consumidores en términos de precio, calidad y variedad.
Desequilibrio de fuerzas
Los principales supermercados dominan el mercado de comestibles al por menor y los proveedores ofrecen el beneficio del acceso de millones de consumidores. Sin embargo, el desequilibrio de poder de negociación entre los grandes supermercados y los proveedores (especialmente los más pequeños, agrícolas) permite a los supermercados imponer injustas exigencias y condiciones.
Esto permite a los supermercados bajar los costos y el riesgo sobre los proveedores que, sintiendo la presión, se ven obligados a cortar las esquinas para sobrevivir. Entonces, ¿cuál es el impacto sobre los consumidores? Aunque, en teoría, deberían beneficiarse de los precios más bajos de los supermercados, la constante presión sobre los proveedores plantea serias dudas sobre lo beneficioso o sostenible que esta situación es en realidad.
De hecho, los consumidores pueden enfrentar precios más altos y menos opciones a largo plazo si los proveedores se ven forzados a la quiebra, y los que quedan invierten menos en innovación. La calidad del producto también se ve amenazada porque los proveedores buscan en lo posible reducir costos, incluyendo el uso de ingredientes de calidad inferior.
Más aún:, no está claro si los supermercados ofrecen a los consumidores un buen precio como dicen. Tras una andanada de precios confusos y tácticas de promoción a menudo se esconde la verdadera imagen.
El ascenso de la “marca propia” en los supermercados
Otro tema de preocupación es el aumento de las propias marcas de los minoristas (o” marcas privadas”). Los supermercados suelen sustituir productos de marca independientes por sus propias marcas más rentables, independientemente de la preferencia del consumidor.
Una vez más, esto puede reducir la gama de productos disponibles para los consumidores. También pone una carga adicional a los proveedores puesto que los supermercados se convierten en sus competidores directos, así como principales clientes. Una organización miembro de CI, CHOICE, ha puesto de manifiesto cómo esto ha afectado a los consumidores australianos y proveedores (ver Blog de CI en inglés).
Recortes laborales
En última instancia, los efectos del poder comprador del supermercado se puede sentir mucho más allá de éste. Los recortes en los costos laborales se transmiten por la cadena de suministro a los trabajadores en todo el mundo, en forma de recortes salariales y precarias condiciones de trabajo.En los países donde las leyes laborales son insuficientes, pobremente aplicadas, y donde se carece de otras formas de redes de seguridad social, el efecto de este problema se agrava.
Consumidores de la UE
Los consumidores no siempre actúan exclusivamente en su propio interés económico y sí se preocupan sobre cómo se producen sus alimentos. Investigaciones previas realizadas por CI han demostrado que los consumidores en los países de la UE quieren que los supermercados paguen un precio justo a los proveedores, incluso si esto afecta el precio que deben pagar en la caja.
Las organizaciones de consumidores tienen un papel vital que desempeñar en conseguir que este sector alimentario satisfaga las necesidades de los consumidores y sea a la vez justo y sustentable. Pueden pedir explicaciones a los principales minoristas y sensibilizar a los consumidores, como muestra nuestra organización miembro de VKI en su informe sobre una reciente investigación acerca de la sostenibilidad de los supermercados en Austria.