La creciente complejidad en los casos que en los últimos años ha zanjado, producto de la “judicialización” de proyectos de inversión y los fallos en casos de colusión, llevó a la Corte Suprema a reforzar su unidad de estudios, con el objeto de enfrentar mejor esta nueva realidad.La Unidad de Estudios del máximo tribunal del país, que funciona desde 2002 y desde junio de 2013 está a cargo de la abogada Constanza Collarte, está en pleno proceso de reclutamiento de nuevos profesionales especialistas en todas las áreas que sirvan de apoyo a los ministros en sus fallos.
En una primera etapa, dijo la titular de este departamento, se enfocarán en contar con profesionales en las áreas de libre competencia, derechos de agua y ambiental, para lo cual a principios de año abrieron un concurso público para sumar dos nuevos abogados, proceso cuyo resultado se conocería en las próximas semanasEn el corto plazo el plan es triplicar el equipo de este departamento, llegando a unos treinta abogados.Este plan piloto, explicó Collarte, se aplicará en primera instancia en la Tercera Sala de la corte, que ha debido fallar en casos como la colusión de las farmacias y en la industria de los pollos, así como en los recursos contra proyectos emblemáticos como las eléctricas Castilla, HidroAysén y Punta Alcalde, entre otros.
El área de apoyo a la labor jurisdiccional está conformada sólo por abogados, expertos en distintas temáticas, y queremos reforzarla para tener expertos en cada una de las áreas que en general conocen las salas de la Corte Suprema (…)Las oficinas de abogados cada día se complejizan más y se fortalecen para este tipo de casos, que son muy difíciles. Para los ministros, el conocimiento está, pero el esfuerzo que tenían que hacer para poder llegar a esta información es muy grande”, apuntó.
En este sentido, comentó que una de las labores a las que están abocados es generar insumos de apoyo en jurisprudencia y discusión jurídica para los ministros, a través de lo que denomina “colecciones jurídicas”. En ellas se recogen los criterios con que se ha fallado en distintos ámbitos, y en el futuro deberían servir como guías que están disponibles en la web.
“Vamos a hacer públicas las tendencias en que la sala ha estado fallando, y también como ha votado cada ministro sobre el tema. El aporte que hace una Corte Suprema es la jurisprudencia”, dijo.
La abogada sostuvo que las reformas en el ámbito de la justicia “han apuntado a cuestiones más bien procedimentales, como la reforma penal, por ejemplo, pero no orgánicas”, lo que ha sobrecargado de trabajo a los ministros en todas las áreas.
La llegada de Sergio Muñoz a la presidencia de la Suprema también implicó cambios en el “gobierno” de la Corte, como la creación de cuatro comités para abarcar distintas áreas de trabajo: modernización, a cargo del ministro Pedro Pierry; comunicaciones, liderado por el ministro Milton Juica; personas, a cargo del ministro Hugo Dolmesch; y el consejo de la corporación, encabezado por el ministro Muñoz.
El reforzamiento de la unidad de estudios también pasa por incorporar profesionales de otras áreas como ingenieros, economistas y sociólogos para áreas de compliance, vinculación con el medio, política y estrategia.
Fuente: DF
