El Endeudamiento no solo se traduce en la solicitud de créditos, sino en el gasto del sueldo para pagar estos créditos. Actualmente en Chile se trabaja para pagar deudas.
La oferta por las tarjetas de créditos y otros instrumentos financieros está a la vista. Es que, motivado por la favorable situación económica que presenta actualmente el país y las conductas aspiracionales de ciertos grupos, el mercado seduce permanentemente y con ello crece el nivel de endeudamiento de los chilenos.
Al menos así lo arrojó el sondeo realizado por Laborum aplicado a 600 trabajadores, en el que el 84% afirmó tener actualmente al menos una tarjeta de crédito y un 24% de éstos reconocieron mantener una deuda morosa, que en algunos casos asciende a un millón de pesos.
Al consultarles por qué no han podido ponerse al día con sus deudas, la mayoría de los encuestados lo atribuyen a dificultades económicas, mientras un 27% lo adjudica a salarios insuficientes.
En tanto, existe un 16% que contestó no contar con estos sistemas de pago, lo que según María Angélica Zulic, gerente general de Laborum.com, se debe a la inseguridad de estos instrumentos y al miedo a endeudarse.
En ese sentido, la ejecutiva argumenta que hoy en día en el mercado no existe un ente regulador en la entrega de este tipo de créditos. “De alguna manera, no hay un filtro, dado a que no existe un control personal, y tampoco hay un control externo que genere un freno en este endeudamiento”, expresa Zulic.
El sitio de empleos, además, consultó por el porcentaje de ingresos que destinan los trabajadores chilenos al pago tarjetas de créditos. Un 38% lo hace sobre el 30% de su sueldo; el 13% destina más de la mitad de su remuneración; y en algunos casos (4%), en un 100%.
Las tiendas de retail (40%) y los supermercados (17%) lideran los sectores del comercio en los que los chilenos ocupan frecuentemente las tarjetas de crédito. Sus razones: Por conveniencia y seguridad (37%) y porque simplifican del proceso de pago (35%).
Sin embargo, y pese a lo anterior, al consultarles a los encuestados si volverían a aceptar una nueva tarjeta de crédito, solo el 13% respondió afirmativamente. El 87% no volvería a tener nuevamente una en su poder.