Noticia | 5 Julio 2013

Tres Verguenzas en La Economia Nacional.

Por Rolando Chateauneuf, Ex Director de Conadecus.

Tres vergüenzas en la economía nacional

1. El Banco del Estado y el cobro de comisiones a las libretas de ahorro a plazo;

2. El IVA anticipado a las PYMES.

3. El fomento al endeudamiento de sectores de bajos ingresos para mezquinos intereses. Hay otros procederes vergonzosos.

Hay varias situaciones que existen en nuestra sociedad, que son seriamente criticables y sobre lo que nada o muy poco se actúa. Esto en mi opinión ha contribuido a debilitar el prestigio de la política y de los poderes legislativo y ejecutivo. Señalo por ahora tres; hay varias otras que pienso colocar en nuevos artículos.

1. Poco se informa de lo que el Banco del Estado ha hecho con su profundo daño al ahorro nacional que por décadas fue fomentado por el Estado de Chile, primero con la Caja Nacional de Ahorros y posteriormente con el Banco del Estado hasta el gobierno de Ricardo Lagos y de la presidencia del Jaime Estévez del banco estatal.

2. Lo otro vergonzoso es que la mayoría de las PYMES que venden a las grandes empresas e incluso al sector público tienen demoras de meses en recibir sus pagos, pero ellos deben cancelar sus IVAs al mes siguiente de sus ventas. Es impresionante como así la PYMES les aportan capital operacional a las grandes tiendas, las que además disponen de amplios stock en sus lugares de venta o en sus bodegas que los hacen aparecer con un tremendo patrimonio que en parte no les pertenece. Trabajan con un capital de explotación ajeno; y

3. Endeudar al chileno para vender más y para que caiga en deudas vencidas a las cuales cobrarles altos intereses. Gran negocio para las empresas comerciales y para el sistema bancario. Incluso empresas privadas prestamistas con este sistema han llegado a apoderarse de vivienda de sectores de bajos ingresos.

Más adelante me refiero algo más a estos tres grandes temas.

1. Poco se informa de lo que el Banco del Estado ha hecho con su profundo daño al ahorro nacional que por décadas fue fomentado por el Estado de Chile, primero por la Caja Nacional de Ahorros y posteriormente por el Banco del Estado hasta el gobierno de Ricardo Lagos y de la Presidencia del Jaime Estévez del banco estatal.

A millones de chilenos se les ha quitado no sólo ingresos por sus ahorros sino que se les ha extraído patrimonio por cobrar comisiones al manejo de estas cuentas de ahorro por encima de los escasos intereses y los reajustes de sus saldos. Con muchos ahorrantes he conversado el tema y ellos me han señalado “qué pena haber perdido mis depósitos”. En la mayoría de ellos uno observa malestar, junto a una pasividad y a una resignación.

Es increíble que ni las organizaciones de consumidores, ni el SERNAC se haya preocupado en profundidad del tema. La prensa nada o muy poco ha informado sobre este escándalo. No se observa interés por este grave asunto ni en el Ejecutivo ni en el Parlamento. Uno puede preguntarse ¿es tan fuerte el poder fáctico de esta institución del Estado? Sólo CONADECUS le dio una atención marginal al tema al intervenir sólo en las libretas de ahorro a la vista que muchos han usado como especies de cuentas corrientes.

He visto cosas concretas que me han impresionado. A un trabajador que tengo en una pequeña parcela, años atrás le regalé $ 5.000 para que le abriera una cuenta de ahorro a la primera nieta que le había nació. A los pocos años la cuenta perdió todo. Hace unos días me dijo que hace años al vender un vacuno, lo puso en su cuenta de ahorros; recientemente había ido a ver su saldo y había perdido todo. La explicación que le dio el banco fue que era culpa de él porque no había seguido haciendo depósitos. Si hubiera hecho más depósitos hubiera perdido más.

Hace años, durante el Gobierno de la Concertación, recuerdo que para hacer mi declaración de renta a Impuestos Internos, aparecía percibiendo un bajo interés en mi cuenta de ahorros del Banco del estado y se me exigía un certificado en que constara ese pago de interés. Bastante me costó conseguir el certificado; fueron varias visitas al banco para conseguir ese vergonzoso certificado. Ese interés se sumó a los ingresos sobre los que tenía que tributar a pesar que la comisión que cobraba el banco por su mantención era superior al interés recibido. Reclamé por escrito a Impuestos Internos este tan errado proceder, ya que antes no se cobraban impuestos por estos intereses y lo más absurdo era exigir un certificado para justificar un interés percibido, en circunstancias que el SII tenía la información.

Uno tiene derecho a pensar que todo iba dirigido a destruir el ahorro privado familiar y personal. Al parecer eso se corrigió, ya que en los años siguientes no tuve ese problema.

Uno se pregunta ¿cuál fue la causa de entrar a cobrar comisiones, a mi juicio ilegales, en las cuentas de ahorro reajustable? Al parecer ello perseguía cumplir con las aspiraciones e instrucciones de Gobierno de lograr mayores utilidades de sus empresas; yo lo he señalado que lo que ahí se hizo fue aplicar el impuesto tal vez más regresivo que ha existido y existe en Chile ya que se le aplicó a los sectores, especialmente de bajos ingresos que cumplían las enseñanzas que el Estado chileno les inculcó desde niños el noble hábito de ahorros; mientras más miembros de la familia tenían libretas, mayor fue su pérdida en lo ahorrado. No sólo se les quitó ingresos sino que incluso patrimonio para así incrementar la caja fiscal. Con esto se destruyó para la sociedad un meritorio resultado de fomento del ahorro, de un patrimonio social, que duró hasta el gobierno de un presidente Lagos, socialista.

Este aumento de las utilidades de las empresas del Estado prestigiaba a sus ejecutivos y a sus directorios; posiblemente sus trabajadores apoyaban estos procederes, por mejorar sus ingresos por las utilidades mayores, ya que podían obtenerlos por varios caminos: reajustes de remuneraciones, participaciones en utilidades, obtención de bonos, ascensos, etc.

Lo que logró CONADECUS en la devolución de comisiones cubre sólo a menos de un 10% de las cuentas de ahorro a las que llegó a tener el Banco del Estado. Eso se consiguió con casi 10 años de lucha y en grado importante gracias a que el SERNAC, a sólo última hora, apoyar un proceso en que estaba llegando a su termino en la Corte Suprema.

2. Lo otro vergonzoso es que la mayoría de las PYMES que venden a las grandes empresas e incluso al sector público tienen demoras de meses en recibir sus pagos, pero ellos deben cancelar sus IVAs al mes siguiente de sus ventas. Es impresionante como así la PYMES les aportan capital operacional a las grandes tiendas, las que además disponen de amplios stock en sus lugares de venta o en sus bodegas que los hacen aparecer con un tremendo patrimonio que en parte no les pertenece. Trabajan con un capital de explotación ajeno.

No sólo se benefician las grandes empresas privadas, especialmente del retail, sino que también instituciones del sector público, las que muchas de ellas demoran meses en pagar sus adquisiciones. Uno se pregunta ¿por qué pasa esto y esto no se corrige?. No podría legislarse para que todo pago retrasado deba llevar el recargo de reajustes e intereses. ¿Cómo no se establece que el IVA se considere recaudado cuando el vendedor recibe el pago por sus facturas?

La empresa que al vender recauda del IVA que para ella pasa a ser una disponibilidad financiera temporal sin costo, ya que debe entregarlo al Fisco hasta 10 días del mes siguiente. Es decir, la empresa recibe un préstamo tácito del Fisco, en cambio la PYME a la que le pagan a informales pagos retrasado, termina prestándole al Fisco, entregando montos de impuestos que no ha recaudado, los tiene que pagar con su propio patrimonio o con endeudamientos que le significan intereses y que le reducen su capacidad de endeudarse para su propio desarrollo como empresa.

Es increíble lo poco que se ha hablado y denunciado de este proceder; sería relativamente simple corregirlo y cómo evitar a agravar las desiguales distribuciones del ingreso y la riqueza en Chile.

Sería interesante estudiar cuánto le ha permitido a CENCOSUD con este proceder incrementar patrimonio y el desarrollo de sus inversiones, incluso en el extranjero. No será su gran torre en Providencia, un símbolo de la apropiación de ingresos y de patrimonios de los pequeños empresarios o de los consumidores con el cobro irregular de comisiones e intereses.

3. Endeudar al chileno para vender más y para que caiga en deudas vencidas a las cuales cobrarles altos intereses. Gran negocio para las empresas comerciales y para el sistema bancario. Incluso empresas privadas prestamistas con este sistema han llegado a apoderarse de vivienda de sectores da bajos ingresos. Afortunadamente una de ellas ha sido fuertemente sancionada después de largos procesos y sus propietarios incluso han sido encarcelados. Pero el patrimonio de esos pobres ha sido destruido; cuanto sufrimiento ha originado esto a inocentes y a familias de escasos recursos. Uno tiene derecho a pensar, por qué no el Estado deba devolverles su patrimonios perdidos a estas familias al ser éste moralmente responsables de estos abusos que dejó que se produjeran.

Impresiona cómo el gran comercio saca sus atrayentes tarjetas a través de las cuales se les ofrece a sus clientes precios menores por productos atrayentes, siempre que se hagan a través de ellas sus adquisiciones a plazos. Se ofrecen meses sin intereses, como también lo hacen los bancos ofreciendo atrayentes beneficios, hasta que el cliente entra en la morosidad y ahí se le aplican tasas de intereses altísimos. Las grandes tiendas crean sus propios bancos para que el sistema empresarial integrado, capte todas estas utilidades financieras. Se ha visto que empresas comerciales llegan a tener pérdidas en su actividad comercial y las utilidades las obtienen de este sistema de endeudamientos.

He tenido una experiencia personal con la tarjeta Falabella que se me ha negado por mi edad y no por antecedentes bancarios; con ello se observa una discriminación por edad, que impide que uno pueda adquirir productos con precios rebajados. He pretendido iniciar a través de CONADECUS un reclamo formal sin resultados positivos hasta ahora. Esa corporación está saturada con otras tareas que debe abordar.

Uno se pregunta ¿quién denuncia estas situaciones y quién estimula una corrección de estos sistemas? No he sabido de algún parlamentario que se haya preocupado del tema. ¿Quién va a querer enemistarse con el Banco del Estado con ese tremendo poder fáctico? ¡Qué importante ha sido para un gran empresario chileno obtener, durante el gobierno de la Concertación, un elevado préstamo del banco estatal para adquirir el banco más importante de Chile! Pensar que de alguna manera, parte de esos fondos prestados provienen de alguna manera de recursos financieros proveniente de patrimonios arrebatados a los ahorrantes más pobres.

Recuerdo que el Banco del Estado antiguo fomentaba el ahorro y si sus libretas tenían saldos promedios elevados y antigüedades se les ofrecía muy favorables préstamos, especialmente para inversiones familiares. Todo eso desapareció con la pasividad de los poderes del Estado, de los medios de comunicación y de gran parte de la sociedad entera.

No comprendo cómo se ha llegado a que la banca privada concentre su propiedad en muy pocos cuando en la crisis de comienzos de los años 80 se les apoyó a parte importante de la banca con financiamientos y ventajas tributarias especiales para sobrevivir y se estableció que ningún accionista podía supera unos pocos puntos porcentuales de la propiedad de la institución financiera. Seguramente se fueron haciendo paulatinas modificaciones legales que han permitido esta concentración impresionante, incluso apoyada por el Estado con un préstamo de alto monto del Banco estatal, otorgado a uno de los empresarios más ricos de Chile.

Cuando uno analiza estos temas entra a comprender en parte el por qué hay reacciones tan violentas y aparentemente injustificadas en amplios sectores de nuestra población. O por qué hay ese desprestigio de la política en nuestro país y del Parlamento.

Otro tema importante de analizar, que dejo pendiente, es el de la educación.

Publicado por
Conadecus

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