Ha sido reconocido mundialmente que los cigarrillos electrónicos causan daños a la salud de los consumidores. Compuestos orgánicos volátiles, etanol, níquel, estaño y plomo, son algunos de componentes que alertan a la autoridad de salud.
Además de provocar periodontitis (infección en las encías), los cigarros electrónicos aumentan las probabilidades de enfermedades cardiovasculares, duplicando el riesgo de sufrir infartos.
Extracto de Nota Informativa de Farmacovigilancia del Instituto de Salud Pública (ISP)
Por otro lado, la autoridad constató que son muchos los proveedores que no informan en sus componentes la presencia de nicotina y/o cannabidiol.
En el mismo estudio realizado por el Instituto de Salud Pública (ISP), sostiene que las impurezas encontradas en las esencias de cigarrillos electrónicos superan los límites permitidos, también los saborizantes usados no se encuentran autorizados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA en sus siglas en inglés).
La recomendación del ISP es no utilizar, debido a que ningún producto de los señalados en el país incluye el Registro Sanitario, asimismo tampoco se puede asegurar que el producto adquirido sea original y que tenga los estándares de seguridad mínimos para ser utilizados.
Debido a que no cumplen con el Registro Sanitario, los cigarrillos electrónicos no están permitidos en Chile, debido a los peligros comprobables en los componentes encontrados por el ISP ya que no están autorizados para ser inhalados.
Asimismo, durante el 2019 la Subsecretaría de Salud Pública en la Circular B/25 sostiene los peligros de los cigarrillos electrónicos, advirtiendo los síntomas con los que pueden llegar a urgencias cientos de pacientes, destacando que el vapor del cigarro electrónico “no es vapor de agua”.
Portada de la Circular B/25 de la Subsecretaría de Salud Pública, publicada el 13 de septiembre de 2019.
El cigarrillo electrónico es considerado una grave amenaza para adolescentes y personas embarazadas, aumentando la exposición al entorno de nicotina y sustancias tóxicas.
Sin duda la alerta llama la atención de autoridades y usuarios de todo el país, la protección en el consumo es fundamental para promover compras de carácter seguros y de calidad, cumpliendo al menos con el estándar mínimo de seguridad para todas las personas.
“Fumar le hace daño a cualquiera, pero la compra de un producto que carece de estándares de seguridad y de calidad es un peligro para los consumidores, a lo que todas las personas deben estar atentas”, comenta Hernán Calderón, presidente de Conadecus.